Adar Poonawalla, director ejecutivo del Serum Institute of India, explicó que las compañías farmacéuticas no estaban aumentando la capacidad de producción con la rapidez suficiente.
Mientras la carrera por obtener una vacuna eficaz contra el nuevo coronavirus y la enfermedad COVID-19 que genera ingresa en la recta final, la ansiedad crece en todo el mundo que busca tener en sus manos una herramienta que pueda eliminar esta pandemia.
Los pronósticos más alentadores hablan de que antes de fin de año veremos una vacuna aprobada, de las 9 que están en fase 3 actualmente. Y que en el primer cuatrimestre de 2021 y hacia mitad de ese año, millones de personas ya estarán vacunadas.
Pero hubo otro análisis que provino de una fuente autorizada y que generó preocupación. El director ejecutivo del mayor fabricante de vacunas del mundo advirtió recién a finales de 2024 habrá suficientes vacunas COVID-19 disponibles para que todos en el mundo sean inoculados.
Adar Poonawalla, director ejecutivo del Serum Institute of India, explicó al Financial Times que las compañías farmacéuticas no estaban aumentando la capacidad de producción con la rapidez suficiente para vacunar a la población mundial en menos tiempo. “Pasarán de cuatro a cinco años hasta que todos reciban la vacuna en este planeta”, aseguró Poonawalla, quien estimó que si la inyección de COVID-19 es una vacuna de dos dosis, como el sarampión o el rotavirus, el mundo necesitará 15 mil millones de dosis. “Sé que el mundo quiere ser optimista al respecto pero no he oído de nadie que se acerque ni siquiera a ese nivel en este momento”, dijo.
Serum Institute, ubicado en la ciudad de Pune, en el oeste de India, se asoció con cinco empresas farmacéuticas internacionales, incluidas AstraZeneca y Novavax, para desarrollar una vacuna COVID-19 y se comprometió a producir 1000 millones de dosis, de las cuales la mitad se distribuirán en la India.
Poonawalla está en conversaciones con inversionistas para recaudar 600 millones de dólares a fin de aumentar la capacidad de producción de la empresa y cumplir con su objetivo de producir mil millones de dosis. “Estamos haciendo un gran aumento y dilución de capital para tener suficiente capital para administrar las materias primas y el equipo que necesitamos en los próximos uno o dos años para operar a esta escala”, dijo.
La compañía farmacéutica fabrica 1.500 millones de dosis de vacunas al año para más de 170 países, la mayoría de los cuales son países en desarrollo, para protegerse contra enfermedades infecciosas como la influenza, el sarampión y la poliomielitis.
La declaración de Poonawalla se produce cuando las compañías farmacéuticas de todo el mundo luchan por una vacuna eficaz que luche contra el COVID-19, que ha matado a casi 930.000 personas en todo el mundo. Su evaluación arroja serias dudas sobre las afirmaciones de los políticos que han prometido vacunas para el próximo mes, a medida que aumentan las preocupaciones de que los grandes pedidos anticipados de Estados Unidos y Europa dejarán a los países en desarrollo al final de la cola.
Como parte de su acuerdo con AstraZeneca, la compañía tendrá como objetivo producir dosis de vacunas que cuesten alrededor de $ 3 para 68 países y bajo su acuerdo con Novavax, para 92 países.
En mayo, el científico jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Soumya Swaminathan, predijo que pasarían de cuatro a cinco años antes de que la pandemia estuviera bajo control, y agregó que una vacuna “parece por ahora la mejor salida”, pero no era una solución milagrosa.
Otros factores importantes son las medidas de contención y las mutaciones del virus que podrían hacer que una vacuna sea ineficaz. Suponiendo que hay dos o más vacunas que tienen al menos un 75% de protección contra la infección, tres cuartas partes de la población mundial podrían vacunarse a mediados de 2023, precisó Peter Hale, director ejecutivo de la Fundación para la Investigación de Vacunas en los Estados Unidos.
“Eso debería ser suficiente para frenar la propagación de la infección y detener la pandemia, aunque no lo suficientemente bueno como para enviar el virus al basurero de la historia”, agregó Hale.
La semana pasada, la jefa de científicos de la OMS, Soumya Swaminathan, advirtió que no espera que las posibles vacunas contra la COVID-19 estén disponibles para la población general antes de dos años, aunque los primeros grupos de riesgo podrían ser inmunizados a mediados de 2021.
“Muchos piensan que a principios del próximo año llegará una panacea que lo resuelva todo, pero no va a ser así: hay un largo proceso de evaluación, licencias, fabricación y distribución”, subrayó la experta india en una sesión de preguntas y respuestas con internautas a través de las redes sociales.
Swaminathan indicó que desde la organización se maneja como escenario más optimista la primera llegada de vacunas a diversos países a mediados del próximo año, momento en el que se deberá dar prioridad a los grupos de mayor riesgo, ya que entonces aún no se habrán podido producir dosis para toda la sociedad.
“Es la primera vez en la historia que necesitamos miles de millones de dosis de una vacuna”, afirmó la científica en jefe de la OMS, quien explicó que como mucho en las campañas masivas de vacunación anuales contra otras enfermedades se necesitan cientos de millones de dosis.