La idea es por un lado “cuidar el lugar, mantenerlo limpio y vigilado para que no lo vanadalicen, y por otro, generar una fuente de trabajo para los chicos del CAAD, ya que tanto se habla de la verdadera inclusión”, indicó Alejandro Rulli un vecino de la ciudad de Río Grande, que es el autor del proyecto.
“La propuesta del proyecto es hacer un café, donde además se puedan vender comida rápida, sanguchitos, panchos etc…, y que sea atendido por los chicos del CAAD” dijo.
“Es una pena que este espacio hoy sea vandalizado y usado por muchos como un baño público” lamentó. El autor del proyecto propone sumar a la gente del CAAD “con el compromiso de darles trabajo a chicos y chicas con capacidades diferentes y que sean responsables del barquito Azul que forma parte del patrimonio de la ciudad. Además es un linda propuesta para quienes visitan nuestra ciudad, incentivando el turismo en Río Grande» dijo.
Rulli, reconoció que el barco está en un lugar estratégico, “para atención al público, con comida rápida, generando un ambiente distinto en la ciudad y de paso, cuidando el barco, como parte de la zona costera. La gente que lo atienda debe comprometerse con el cuidado de ese sector de la costa, limpiando, conceintizando, etc..” explicó.
Para lograr la concreción de su idea, el vecino acercó el proyecto al Concejo Deliberante, en el que explicaba que “el mismo iba a contar con mesas y sillas cómodas para la gente, y un reparo cerrado de acrílico o vidrio para no perder la vista al mar”.
En este sentido, agregó que “hasta se había pensado un lugar al lado del barco, complementario, para hacer la cocina y no modificar la estructura original del lugar. Que sólo funcionaría para el consumo de los productos que se vendan”.
Finalmente, el vecino recodó que “la primera vez que presenté este proyecto fue durante la gestión del intendente Jorge Martin, hace años, pero no prosperó. Volví hace poco a consultar sobre la posibilidad de reflotarlo pero no tuve respuestas en el concejo” lamentó.
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