El defensor de Alejandro Badilla apuntó también contra el juez de instrucción de la causa y apeló a teorías “de venganza”, sin explicar concretamente a qué se estaba refiriendo.
Como si no fuera ya suficientemente atípico el juicio iniciado por un hecho que causó gran conmoción en Río Grande, se produjo durante la primera jornada un incómodo intercambio verbal al poner en duda el letrado la ecuanimidad de los jueces, lo que provocó de parte de éstos un llamado al orden.
El abogado contratado por el imputado Alejandro Badilla, aportó una cuota de desconcierto a la primera jornada de juicio celebrada en la ciudad de Río Grande, en torno al asesinato de Victor Perpetto y Nahuel Roth. Alejandro De la Riva confrontó con los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal del Distrito Judicial Norte, no sin antes cargar también contra otro magistrado, Daniel Césari Hernández, quien tuvo a su cargo la etapa de instrucción del caso.
De la Riva insistió una y otra vez con la figura de la “venganza”, aunque no se explayó con precisión al respecto para entender a qué se refería. Del mismo modo ambiguo, dejó deslizar durante su alocución que “todos sabemos de qué se trata esto…”.
En otro tramo de su intervención el abogado se refirió a las pericias balísticas y expresó su desacuerdo con la línea investigativa en tornó a qué arma fue utilizada para ejecutar a Perpetto y Roth: “La pericia balística tenía una razón de ser al igual que la confesión de Moral. El confesó con qué arma disparó. Sin embargo acá, con total tosudez, se insiste con que el arma que fuera secuestrada en el vehículo es la que se utilizó. Y en ese acto no se usó esa arma”.
A continuación agregó: “Nosotros lo vamos a poder probar, lógicamente, si el Tribunal accede a llegar a la verdad, o va a formar parte de la venganza…”.
En el acto el presidente del Tribunal, Juan José Varela, interrumpió sus palabras y le dijo a viva voz: “¡No le voy a permitir que diga eso!.
Desafiante, De la Riva, respondió: “Bueno… no me lo permita”, a lo cual el magistrado le ordenó con tono de ultimatum: “¡No es este el momento de alegar y no le falte el respeto al Tribunal!”.
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