Se trata del ex agente de la Policía de Tierra del Fuego, Mario Gastón Enzina.
El hecho por el que fue juzgado se remonta al año 2016, en Río Grande pero el efectivo policial volvió a ser noticia en los medios en el año 2021, en Ushuaia, cuando fue detenido estando alcoholizado y en situación de pasividad.
El viernes último Mario Gastón Enzina fue condenado por el Juzgado Correccional del Distrito Judicial Norte, a cargo del juez Pedro Fernández, a la pena de 3 años de prisión en suspenso por el delito de amenazas con arma en concurso real con lesiones leves doblemente agravadas por el vínculo, en contexto de violencia de género. La prisión en suspenso implica que, a pesar de que el acusado fue encontrado responsable del hecho cometido, el cumplimiento efectivo de la misma no se ejecutará, con la condición de que cumpla con las pautas de conducta impuestas por el magistrado. Entre las condiciones que se le impusieron consta la obligatoriedad de comunicar sus cambios de domicilio si los hubiera, abstenerse del contacto directo o por cualquier otro medio con la víctima y realizar un tratamiento psicológico informando semestralmente los avances.
Respecto a la denunciante, el juez dispuso que se implemente un dispositivo de orientación y contención acompañado por un seguimiento de la Dirección Interdisciplinaria de Atención Temprana (DIAT) y se le faciliten a la damnificada los recursos necesarios para abordar un tratamiento psicológico acorde a sus necesidades.
Los hechos juzgados se remontan al año 2016, cuando Enzina sostuvo con su pareja de aquel entonces una fuerte discusión por celos que derivó en una agresión física hacia la mujer y en el uso de su arma reglamentaria de manera amenazante. El uniformado habría descubierto en el teléfono celular de su pareja, mensajes enviados por uno de sus camaradas, lo que lo tornó violento y furioso.
Cabe destacarse también que Encina estuvo involucrado en otro hecho que derivó en su detención por algunas horas en Ushuaia, cuando el 15 de diciembre de 2021 fue encontrado alcoholizado en la vereda del pub Latino, junto a un hombre fallecido luego de una riña e identificado como Roque Arana. Al realizarse la autopsia se determinó que Arana había muerto por una falla cardíaca debido a sus antecedentes médicos, quedando exculpado de toda responsabilidad el uniformado que en ese momento estaba en situación de pasividad por la denuncia por violencia de género que había impulsado su pareja en Río Grande.
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