El hecho ocurrió en Río Grande.
Jesús Nicolás Mancuello golpeó en la cara a la víctima, rompiéndole los anteojos. Ante el juez correccional se mostró arrepentido y dijo que nunca quiso hacerle daño. El fiscal había pedido 3 años de prisión en suspenso pero finalmente el juez le aplicó 2.
El fiscal mayor del Distrito Judicial Norte, Martín Bramati había pedido el miércoles último que se aplique a Jesús Nicolás Mancuello la pena de 3 años de prisión en suspenso más una serie de pautas de conducta, entre ellas la prohibición de acercamiento a la víctima por los delitos de “daños”, “lesiones” y “resistencia a la autoridad”. La defensa, representada por el abogado Eduardo Tepedino, solicitó por su parte, la absolución del acusado por el beneficio de la duda.
El Juzgado Correccional, no obstante, representado por el juez Pedro Fernández y el secretario interino, Juan Ignacio Garra, entendió que el arrepentimiento que manifestó el imputado era auténtico y decidió condenarlo a 2 años de prisión en suspenso.
Los hechos analizados se remontan al 17 de junio de 2022, cuando Mancuello concurrió con su pareja a un local bailable sito en la calle Belgrano, en donde se excedió en el consumo de alcohol. Al egresar del local comenzó a discutir con la mujer, quien había decidido esconder las llaves del automóvil en el que habían arribado juntos al lugar, para evitar que el sujeto manejara en estado de ebriedad. En medio de la pelea Mancuello se habría trabado en lucha con su pareja por las llaves, golpeándola en el rostro y causándole la rotura de los anteojos que llevaba puestos. Ante el ruidoso escándalo en la vía pública arribó una comitiva policial ante la que el individuo continuó mostrándose iracundo, terminando detenido luego de resistirse a ser esposado.
Finalmente el jueves 13 de abril, ante el juez correccional, Mancuello fue condenado por el delito de lesiones leves agravadas por el vínculo, en contexto de violencia de género. En relación a la rotura de los lentes y la rebeldía manifestada ante la autoridad policial, fue absuelto por el beneficio de la duda.
Antes del veredicto Mancuello tuvo la oportunidad de manifestar sus últimas palabras, mostrándose dolido por la situación e insistente en proclamar que nunca fue su intención agredir a quien era su pareja al momento de los hechos.
Vale destacarse que la prisión en suspenso implica que, a pesar de que las personas acusadas hayan sido encontradas responsables del hecho cometido, el cumplimiento efectivo de la pena se deja en suspenso con la condición de que cumplan con determinadas obligaciones que el Tribunal les imponga.
De tal modo, el magistrado determinó que el condenado deberá comunicar sus cambios de domicilio si los hubiera, abstenerse del contacto directo o por cualquier otro medio con la víctima y realizar un tratamiento psicológico informando semestralmente los avances.
Respecto a la víctima, deberá implementarse un dispositivo de orientación y contención acompañado por un seguimiento de la Dirección Interdisciplinaria de Atención Temprana (DIAT) y facilitarle el Estado a la damnificada los recursos necesarios para abordar un tratamiento psicológico acorde a sus necesidades.
Los fundamentos de la sentencia se conocerán el lunes 21 de abril, a las 13.
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