Tonicha y David Spencer celebraban la llegada de su hijo Bertie. Sin embargo, un problema con el biberón dejó al bebé sin la posibilidad de respirar, y le generó tres paros cardíacos en tan solo minutos.
Bertie Spencer se convirtió en un milagro luego que superó difíciles momentos tras atragantarse con su botella e inhalar la leche, la cual ingresó en uno de sus pulmones.
Sucedió en Lincolnshire, Inglaterra, donde la rápida reacción de Tonicha permitió que su hijo Bertie llegue rápidamente al hospital, donde más de 20 personas trabajaron para salvarle la vida.
“El martes 21 de julio fue el peor día de mi vida. Mi pequeño niño no era él mismo en absoluto y su cara se puso azul. El médico me dijo que estaba bien, pero yo sabía que había un problema y llamé a una ambulancia. En el camino al hospital tuvo un paro cardíaco, luego tuvo dos más. Me dijeron que me preparara, porque mi hijo estaba en estado crítico e iba a morir”, contó la madre a través de sus redes sociales.
“Nunca en mi vida sentí un dolor tan insoportable en mi pecho y mi corazón como el momento en el que el médico me dijo eso”, aseguró Tonicha, quien asegura que “todo lo que recuerdo era estar de pie junto a mi hijo mientras los tubos le recorrían todo su cuerpo, mientras le daban RCP y le clavaban agujas. Alrededor de 20 personas estaban alrededor de mi dulce bebé trabajando desesperadamente para salvar su vida”.
El pequeño estuvo cinco días en terapia intensiva, y sus padres aseguran que el dolor que sintieron en esos días “fue irreal”. El pequeño tuvo una quemadura por la adrenalina que bombearon para salvar su vida. Al mismo tiempo, la mujer contó que en un primer momento le dijeron que deberían amputarle las piernas, pero luego de la rápida recuperación que tuvo Bertie, sólo necesitaría múltiples injertos de piel, los cuales ya empezaron a realizarse.“No hay palabras suficientes en esta tierra que puedan describir lo orgullosa que estoy de él, ha luchado contra cada cosa que amenazó su vida. Me siento bendecida de tener un instinto de madre tan fuerte. Si me hubiera quedado en casa… mi Birdy no estaría aquí hoy”, aseguró la madre del pequeño.