La propuesta de un jefe de la Policía para crear una aplicación móvil que registre el consentimiento sexual antes del acto ha provocado polémica en Australia, donde grupos feministas y académicos acusan al oficial de «ingenuo».
Mick Fuller, comisario del suroriental estado australiano de Nueva Gales del Sur, planteó este jueves que la aplicación móvil, donde las personas registrarían su acuerdo mutuo para tener relaciones sexuales, podría ser usada para combatir el incremento de denuncias de asalto sexual que vive en los últimos años la región.
«La violencia sexual contra las mujeres es un problema real para el que tenemos que buscar una solución (…) Debemos afrontarlo, ya sea a través de la tecnología, la educación o mediante otras ideas», explicó en rueda de prensa el policía, quien expresó sus dudas sobre la idea, pero defendió que puede «abrir el debate sobre el consentimiento sexual».
Fuller indicó que de las cerca de 15.000 denuncias por abuso sexual presentadas en 2020 en Nueva Gales del Sur, solo el 10 % termina en los tribunales y un número menor termina con la culpabilidad del acusado o acusada.
Esto se debe a que las autoridades necesitan pruebas explícitas de que no hubo consentimiento sexual por una de las partes, indicó el policía al remarcar que la tecnología puede ser parte de la solución.
Sin embargo, grupos feministas, académicos y políticos de la oposición han expresado su rechazo a la idea de la aplicación móvil.
La profesora Catherine Lumby, de la Universidad de Sídney, describió la idea de «ingenua» y precisó que sería «fácil de manipular» o intimidar para que la víctima selle su consentimiento, en declaraciones al canal público ABC.
«El abusador puede simplemente amenazar a la víctima para usar la aplicación», refutó en Twitter Hayley Foster, directora del servicio para la Seguridad de las Mujeres en Nueva Gales del Sur.
La legisladora regional del Partido Verde Jenny Leong rechazó la idea y dijo que «se necesita una reforma en la ley de consentimiento, una educación completa, evitar que los hombres sientan que tienen derecho a lo que quieran, necesitamos un proceso de quejas independiente, necesitamos justicia. Necesitamos igualdad. pero ¡no necesitamos una aplicación!».
Dinamarca lanzó a principios de este año una aplicación móvil similar a la propuesta planteada por el policía australiano.
El pasado lunes, miles de australianas de todo el país salieron a las calles para manifestarse contra la desigualdad de género y criticar al Gobierno por su gestión frente a varias recientes denuncias de abusos sexuales en las esferas del Parlamento. (EFE)