Masivo respaldo a la reforma de la carta magma establecida durante el gobierno del dictador Agustín Pinochet. El nuevo texto será elaborado por una Convención Constitucional.
Un día histórico se vivió este domingo en Chile, ya que la población votó masivamente a favor de la reforma de la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet, quien gobernó entre 1973 y 1990. También decidieron que la nueva carta magna sea elaborada por una Convención Constitucional.
El resultado del plebiscito no sorprendió a nadie, ya que el triunfo del “Apruebo” a la reforma estaba cantado y anoche, cuando aún el cómputo no estaba finalizado, la aprobación se imponía claramente con el 78,24%, por lo que miles de personas salieron a festejar en todo el país.
Poco más de una hora después de que comenzara el recuento de los votos, el presidente Sebastián Piñera le habló al pueblo chileno con un mensaje que apuntaba a “sanar las heridas del pasado” y construir un mejor futuro para el país. “La voz de todos los ciudadanos se escuchó con la misma fuerza”, dijo y agregó: “Han triunfado la ciudadanía y la democracia, la unidad sobre la división y la paz sobre la violencia, y esto es un triunfo de todos los que amamos la democracia, la unidad y la paz”.
Luego sostuvo que “este plebiscito es el comienzo de un camino” que juntos deberán recorrer. “Hasta ahora, la Constitución nos ha dividido, la nueva Constitución debe ser el gran marco de unidad, estabilidad y futuro que se constituya en la ley fundamental de la república, respetada y legitimada por todos”, sostuvo. En ese marco, el presidente recordó el compromiso de su gobierno para “impulsar una Constitución que recoja los valores y principios que viven en el alma” de la sociedad, que recoja las “tradiciones republicanas y democráticas de la nación, que reconozca y proteja los derechos y obligaciones de todos”.
Por último, Piñera aseguró que para que “este proceso dé frutos”, debe haber un gran acuerdo nacional: “Debemos entregar lo mejor de nosotros mismos, abrir nuestros espíritus al diálogo, practicar el respeto y la tolerancia, tener voluntad de acuerdos y rechazar la violencia”.Los resultaron arrojaron que 5.292.666 aprobaron al reforma mientras que 1.472.355 la rechazaron.
Festejos
Ya por la tarde, centenares de jóvenes se concentraron en la Plaza Baquedano anticipando el triunfo del pedido de reforma y colgaron banderas y pancartas en la estatua ecuestre ubicada en el centro del emblemático lugar de protestas en Santiago, después de que la policía se retirara del lugar y tras varios enfrentamientos.
“Plaza de la Dignidad, no olvidamos, 1973”, decía uno de los carteles, en referencia al año del golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende, y al nombre con que la plaza fue rebautizada en medio del estallido social iniciado el 18 de octubre del año pasado, que derivó en la posibilidad de cambiar la carta magna.
Más tarde, cuando el resultado ya era una realidad, miles de personas coparon las calles y plazas de varias ciudades para festejar la futura reforma que sepultará la herencia de la dictadura. La votación realizada ayer estaba programada para el 26 de abril, pero fue postergada debido a la pandemia que superó en Chile los 500.000 infectados y llegó a casi 14.000 fallecidos.