«Si realmente tiene que pesarme, por favor dígame por qué para que yo pueda darle mi consentimiento informado», señala la tarjeta que desarrolló una ONG para que los pacientes le entreguen al médico.
Una ONG de Estados Unidos lanzó una campaña para que los médicos no pesen a sus pacientes en las consultas «a menos que sea necesario» y que, en esos casos, se den precisiones para un «consentimiento informado».
A raíz de eso, la asociación More-love.org desarrolló tarjetas que señalan: «Por favor no me pese, a menos que sea (realmente) médicamente necesario».
Y añaden: «Si realmente tiene que pesarme, por favor dígame por qué para que yo pueda darle mi consentimiento informado».
De acuerdo con la organización de California el objetivo de la campaña es reducir el estrés de las personas que luchan contra un trastorno de la conducta alimentaria.
Para ello, se apoyan en las opiniones de algunos especialistas que consideran que el peso no debería ser lo más importante en una consulta médica y de cara a un posible tratamiento.
En ese sentido, en el dorso de la tarjeta se explica: «La mayoría de las condiciones de salud pueden ser abordadas sin saber mi peso».
En la web de la ONG, Ginny Jones contó que la tarjeta fue gratis durante dos años, pero luego empezaron a cobrarlas para cubrir los gastos de producción y ante la alta demanda.
Desde allí las imprimen en inglés, español y francés, con envíos internacionales.
En redes sociales se generó polémica respecto a la campaña y Jones respondió: «Nuestras tarjetas son una forma respetuosa y educada de afirmar una preferencia en el consultorio y de buscar consentimiento informado sobre ser pesado, si esto fuera realmente necesario para el cuidado y el tratamiento».
«Al final del día, estas tarjetas son un humilde vehículo para empezar una conversación entre un paciente y su médico. Lo que suceda después está entre cada paciente y su doctor», añadió.