Francia aprobó este jueves una propuesta de ley para «luchar contra el maltrato animal», que prohíbe la venta de crías de perros y gatos en las tiendas de animales y la presencia progresivamente de animales salvajes en circos.
Los animales de compañía no son «ni juguetes, ni bienes, ni productos de consumo», según el ministro de Agricultura, Julien Denormandie, que en Twitter celebró «un importante avance» en la lucha contra el abandono de estos animales.
Un francés de cada dos posee un animal de compañía, pero cada año se abandonan unos 100.000. La propuesta aprobada este jueves por el Senado, tras el visto bueno del Parlamento, endurece así las penas por maltrato o abandono.
El hecho de matar voluntariamente un animal de compañía pasará a estar considerado un delito y no una simple infracción. Los condenados por malos tratos deberán asistir a un curso de sensibilización.
Para evitar las compras impulsivas, los futuros dueños de los animales deberán obtener un «certificado de compromiso y de conocimiento».
La venta de crías de perros y gatos en tiendas de animales estará prohibida a partir del 1 de enero de 2024. Estos ya no podrán exponerse en los escaparates y su venta en línea estará mejor regulada.
El principal escollo del texto, negociado casi un año entre las dos cámaras, era el porvenir de los mil animales salvajes presentes en los 120 circos itinerantes, que ya no podrán exhibirlos dentro de dos años ni poseerlos dentro de siete.
En el caso de los delfinarios en Francia, que cuentan con 21 delfines y 4 orcas, ya no podrán poseer estos cetáceos en el plazo de cinco años.
«Se trata de una ley arbitraria ya que no hay maltrato animal en nuestros circos», afirmó a la AFP William Kerwich, presidente del sindicato del sector, que anunció una «movilización» a partir del lunes.
Sin embargo, para el Partido Animalista, los ecologistas y algunas formaciones de izquierda, la ley no va lo suficientemente lejos para luchar contra el maltrato animal en su conjunto.
«Queda mucho por hacer, especialmente contra la ganadería industrial», lamentó el senador ecologista Daniel Salmon. El diputado de izquierda radical Bastien Lachaud apuntó por su parte a la caza, que ha sido «mimada».
«Llegará inevitablemente el día en que (…) podremos debatir sobre temas delicados, como ciertas prácticas de caza, como las corridas o como ciertas prácticas ganaderas», dijo el martes Loïc Dombreval, ponente del texto en el Parlamento y miembro del partido gobernante.
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