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María Fernanda Callejón, su marido y su hija fueron internados de urgencia: “Estamos intoxicados por monóxido de carbono”

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La actriz debió ser asistida en la terapia intensiva de La Trinidad de San Isidro junto a Ricky Diotto y su pequeña Giovanna. El motivo habría sido una estufa mal instalada

Durante la tarde del sábado comenzó a circular el rumor de que María Fernánda Calléjón había sido internada en la terapia intensiva del Sanatorio La Trinidad Sede Thames, en San Isidro, junto a su marido, Ricardo Diotto, y su hija, Giovanna, a raíz de una intoxicación con monóxido de carbono. Y los trascendidos indicaban que la pequeña, de cuatro años y once meses, se encontraba en un estado delicado. De hecho, según indicaron allegados a Teleshow, la pequeña habría necesitado la asistencia de una cámara hiperbárica para que le suministrara oxígeno.

Finalmente, Teleshow logró comunicarse con la actual panelista de Polémica en el Bar, por América, quién confirmó el accidente y explicó cuál era el cuadro de salud de la familia. “Acá estamos los tres juntos, estamos bien. No da mucho para hablar, estamos internados. Pero estamos muy bien”, comenzó diciendo María Fernanda con la voz entrecortada. Y luego explicó: “Estamos intoxicados por monóxido de carbono. Tenemos una intoxicación severa pero estamos fuera de peligro”.

¿Qué fue lo que pasó, exactamente? “Colocamos una estufa tiro balanceado nueva en casa, con un gasista matriculado de confianza. Pero se ve que algo se filtró”, explicó Callejón. Y, aún desde la clínica, aseguró que este mismo domingo iban a ir a su domicilio a revisar la instalación para comprobar qué era lo que había fallado. “Gracias a Dios, estamos bien”, concluyó la actriz, aliviada, después del gran susto que le tocó vivir.

En la Argentina se calcula que hay aproximadamente unas 200 muertes por año a causa de intoxicación por monóxido de carbono. “Es una de las intoxicaciones más difundidas en todo el mundo y una de las más subdiagnosticadas”, explicó la médica toxicóloga Silvia Cortese (MN 68057) en diálogo con Infobae, hace apenas un par de meses.

Gran parte de los casos de este tipo de intoxicaciones están relacionados con el uso de artefactos inadecuados o el deficiente funcionamiento de equipos a gas, ubicados en ambientes no aptos, mal ventilados o con las rejillas que liberan monóxido de carbono tapadas. ¿Cómo se propaga en el hogar esta sustancia que puede resultar mortal para el ser humano? A partir del uso inadecuado de braseros, quemadores de gas con la entrada de aire primario reducida, la acumulación de hollín u otro material en el quemador o conducto de venteo o la insuficiente ventilación del ambiente.

El monóxido de carbono es altamente venenoso y no se puede detectar a través de los sentidos: no se huele, no se siente, no se ve y tampoco produce irritación en los ojos o la nariz. Por eso se lo llama “asesino silencioso” y también el “gran simulador”, porque comparte síntomas con la gastroenteritis y distintas afecciones cardíacas o neurológicas, lo que puede confundir el cuadro a la hora del diagnóstico y correcto tratamiento médico.

“Cuando un artefacto no combustiona correctamente, los gases quedan en el ambiente y eso es lo que produce la intoxicación, cuyos principales síntomas son dolor de cabeza, sensación nauseosa, taquicardia, episodio de síncope, es decir, desmayos, convulsiones y hasta puede producir la muerte”, detalló la médica. Y concluyó: “Ante la sospecha de intoxicación por monóxido de carbono, se debe retirar a la persona afectada del ambiente contaminado a un lugar donde pueda respirar aire limpio y fresco, y llamar a la ambulancia de inmediato”.