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Conmovedor: Bianca, la perrita que espera en la puerta de un local a la dueña que murió

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Bianca se quedó durante cuatro días sentada frente a la persiana baja del comercio, esperando a que Eugenia abriera el local, sin saber que su vieja amiga ya no volvería

Eugenia Franco, dueña de un histórico comercio en el centro de Tunuyán, provincia de Mendoza, falleció en su casa luego de recostarse con un libro entre sus manos.

A la mañana siguiente, los vecinos, acostumbrados a los ritmos de la rutina del barrio, se sorprendieron porque Franco, de más de ochenta años, aún no había abierto su negocio, una especie de farmacia y librería, como lo hacía todos los días. Pero no fueron los únicos en ver que algo se había alterado.

La primera en notar la ausencia fue Bianca, la perrita de la cuadra, que siempre saludaba a Doña Eugenia apenas llegaba a su comercio.

Cuentan los vecinos que todas las mañanas Eugenia y Bianca caminaban algunas cuadras juntas, pero el día de su muerte, solo vieron a la perrita sentada, como haciendo guardia, frente a la puerta del local, que permanecía cerrado.

Bianca se quedó así, durante cuatro días, sentada frente a la persiana baja del comercio, esperando a que Eugenia abriera el local, sin saber que su vieja amiga ya no volvería.

«Era una señora muy amigable y, sobre todo, muy querida por todos los vecinos», dijo Nerina, una vecina de Eugenia, al diario Los Andes. Ella publicó la historia en Twitter y rápidamente se hizo viral.

«Amaba a los animales, los perros del barrio la seguían siempre, ella les daba amor y comida», agregó Nerina, y contó que sus mascotas también se sumaron al duelo de Bianca. «Mis perros también la están esperando», dijo.

«Para la tranquilidad de todos, la perrita tiene familia y la siguen alimentando los vecinos y mis primos», finalizó la joven.

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