Se trata de una afección que se produce cuando la sangre queda atrapada en el pene y cuyos síntomas son erecciones de más de cuatro horas.
A más de una año del inicio de la pandemia, el coronavirus continúa sorprendiendo a la humanidad. De ser una enfermedad respiratoria, ahora sabemos que es una enfermedad multisistémica, en la que múltiples órganos y sistemas del organismo pueden ser directamente afectados por el virus.
En ese sentido, uno de los fenómenos más inquietantes de la enfermedad es su capacidad para originar un fenómeno inflamatorio en el cuerpo, en el que la formación de coágulos sanguíneos es una complicación muy común.
Las alteraciones a nivel inflamatorio provocadas por la enfermedad tienen múltiples manifestaciones en el organismo, y ya se sabía que podían afectar al aparato reproductor masculino, provocando una dolorosa hinchazón al invadir los testiculos. Ahora, dos casos documentados científicamente recogen que un síntoma de una infección grave del coronavirus SARS-CoV-2 puede ser el priapismo, una afección que se produce cuando la sangre queda atrapada en el pene y cuyos síntomas son erecciones de más de cuatro horas de duración no relacionadas con la estimulación sexual.
Así lo describió un articulo del American Journal of Emergency Medicine: el primer caso detectado en Ohio, Estados Unidos, se refiere a un hombre de 69 años con historial de obesidad que fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos tras una semana con síntomas respiratorios. Y el segundo caso se registró en un hombre de 62 años ingresado en Versalles, Francia. En ambos casos, el único método para revertir la dolorosa erección fue retirar la sangre con una jeringa.