Cerca del 86% de las personas con casos leves de covid-19 pierden el sentido del olfato y el gusto, pero lo recuperan dentro de un periodo de seis meses, según un nuevo estudio de más de 2.500 pacientes de 18 hospitales europeos.
Se consideró leve un caso de covid-19 si no había evidencia de neumonía viral o pérdida de oxígeno y si el paciente pudo recuperarse en su casa.
El sentido del olfato reapareció después de un promedio de 18 a 21 días, encontró el estudio, pero aproximadamente el 5% de las personas no había recuperado la función olfativa a los seis meses.
Se ha sugerido que la anosmia, que es una pérdida del olfato y, por lo tanto, del gusto, es un signo temprano del covid-19. Puede ocurrir sin previo aviso, ni siquiera con la nariz tapada.
«La anosmia, en particular, se ha visto en pacientes que finalmente dieron positivo para el coronavirus sin otros síntomas», según la Academia Estadounidense de Otorrinolaringología – Cirugía de Cabeza y Cuello.
Covid-19 moderado a severo
Comparativamente, el estudio encontró que solo del 4% al 7% de las personas con síntomas moderados a severos de covid-19 perdieron la capacidad para oler y saborear.
Las personas con covid‐19 moderado tenían «signos clínicos de neumonía», según el estudio, como tos, fiebre y dificultad para respirar. Aquellos con casos críticos de la enfermedad sufrían dificultades respiratorias severas y tenían más probabilidades de ser mayores y tener «hipertensión, diabetes, trastornos gástricos, renales, respiratorios, cardíacos, hepáticos y neurológicos».
El estudio, que se publicó el lunes en la revista Journal of Internal Medicine, encontró una tasa más alta de disfunción olfativa en pacientes más jóvenes en comparación con los mayores, pero la asociación necesita más análisis, dijeron los investigadores.
Cómo poner a prueba tu sentido del olfato
¿Hay algo que puedas hacer en casa para comprobar si estás perdiendo el olfato? La respuesta es sí, puedes comprobarlo con la «prueba del (caramelo conocido como) jellybean».
«Tomas un jellybean en una mano y con la otra te sujetas la nariz con fuerza para que no haya flujo de aire», dijo a CNN Steven Munger, director del Centro para el Olfato y el Gusto de la Universidad de Florida, en una entrevista previa.
«Te pones el jellybean en la boca y lo masticas. Digamos que es un jellybean con sabor a fruta. Si sientes el sabor más la dulzura del jellybean, sabrás que tienes un gusto funcional», dijo Munger.
«Luego, mientras sigues masticando, suelta de manera repentina tu nariz. Si tienes sentido del olfato, de repente sentirás todos los olores y dirás ‘¡Oh! Es un jellybean de limón’ o ‘¡Oh! Eso es cereza’. Realmente es una respuesta muy drástica, rápida, del tipo ‘wow’», explicó.
«Entonces, si puedes pasar de lo agridulce a un sabor único y saber cuál es ese sabor», dijo Munger, «entonces tu sentido del olfato probablemente esté en muy buena forma».
El nombre científico de este proceso es olfato retronasal, en el que los olores fluyen desde la parte superior de la boca hacia arriba a través de la faringe nasal y hacia la cavidad nasal.
¿Pero qué pasa si no tienes un jellybean? También puedes usar otros alimentos, dijo el especialista en oído, nariz y garganta Dr. Erich Voigt, director de la división de otorrinolaringología del sueño en NYU Langone Health, en una entrevista previa.
«El sentido del olfato puro sería si puedes oler una sustancia en particular que no estimula otros nervios», dijo Voigt. «Si puedes oler café molido o café en preparación, o si puedes oler a alguien pelando una naranja, ese es el sentido del olfato», explicó.
Sin embargo, debes tener cuidado porque es fácil pensar que estás usando tu sentido del olfato cuando no lo estás haciendo, dijo Voigt.
«Por ejemplo, el amoníaco o las soluciones de limpieza estimulan el nervio trigémino, que es un nervio irritante», dijo. “Y entonces la gente pensará, ‘Oh, puedo oler el Clorox, puedo oler amoniaco, lo que significa que puedo oler’. Pero no, eso no es correcto. En realidad, no están oliendo, están usando el nervio trigémino», explicó.
¿Todavía no estás seguro de si lo estás haciendo bien? Busca en Internet pruebas de raspado y olfato con base médica.
La pérdida del olfato es común más allá del covid-19
Por supuesto, no todas las personas que no pasan una prueba de olfato van a tener covid-19. Cualquier virus respiratorio, como el resfriado o la gripe, afectará temporalmente el olfato y el gusto, a veces incluso de forma permanente.
«La cantidad de hinchazón que puede ocurrir en la nariz debido al efecto viral puede evitar que las partículas de olor lleguen hasta la parte superior de la nariz, donde está el nervio olfatorio», dijo Voigt. «Cuando la hinchazón baja, el sentido del olfato puede regresar», agregó.
Pero también hay virus neurotóxicos, algunos de los cuales se encuentran en la categoría de resfriado común, dijo Voigt.
«Si son neurotóxicos, eso significa que dañan el nervio olfatorio y se vuelve esencialmente no funcional», agregó. «Muchos de esos casos pueden recuperar el olfato con el tiempo, pero a veces es una pérdida permanente», explicó.
La pérdida crónica parcial o completa del olfato es increíblemente común, dijo Munger. Y afectaba a millones de estadounidenses mucho antes de que el nuevo coronavirus apareciera en escena.
«Cerca del 13% de la población tiene un deterioro significativo del olfato o el gusto», dijo.
Además del resfriado y la gripe, otras causas de pérdida del olfato incluyen pólipos nasales, tumores, enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson y lesiones cerebrales de trauma o traumatismos craneales, incluido el latigazo cervical.
«Si alguien ha estado en un accidente automovilístico o ha sufrido una lesión de latigazo cervical o una lesión en la cabeza, eso también podría afectar los pequeños nervios a medida que van desde el cerebro hasta la nariz», dijo Voigt. «Por lo tanto, una lesión de latigazo cervical también podría causar una pérdida permanente del sentido del olfato», explicó.
La pérdida del gusto se asocia comúnmente con la pérdida del olfato, porque dependemos del olfato para identificar los sabores. Pero también puede haber razones médicas: algunos medicamentos pueden afectar el gusto. La quimioterapia y la radioterapia ciertamente pueden alterar el gusto, y luego está el daño físico, como los nervios cortados durante las cirugías dentales.