Argentina

«Venir acá es cuidar a nuestras familias y a los demás», dicen recuperados del centro de Tecnópolis

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El centro ubicado en la localidad bonaerense de Villa Martelli, tiene más de 2.000 camas en cuatro predios, donde ya se alojaron más de 250 personas desde que se abrió en julio.

Por Iván Federico Hojman

Los pacientes reciben la contención del equipo de profesionales médicos y voluntarios, y una oferta de talleres y esparcimiento

Los pacientes reciben la contención del equipo de profesionales médicos y voluntarios, y una oferta de talleres y esparcimiento
Pacientes que se recuperaron de coronavirus en el Parque Sanitario Tecnópolis aseguraron, al salir con el alta médica, que «venir acá es cuidar a nuestras familias y a los demás», luego de pasar diez días en el centro que asiste a contagiados leves y asintomáticos de la provincia de Buenos Aires que no pueden aislarse en sus domicilios.

Bajo la gestión de la provincia de Buenos Aires, el centro ubicado en la localidad bonaerense de Villa Martelli, tiene más de 2.000 camas en cuatro predios, donde ya se alojaron más de 250 personas desde que se abrió en julio.

Allí, reciben la contención del equipo de profesionales médicos y voluntarios, y una oferta de talleres y esparcimiento.

«Fue lo mejor haber venido a pasarlo acá», dijo a Télam Fernanda Rivero, de 23 años y oriunda de San Fernando, el jueves por la tarde cuando cinco de los 35 pacientes alojados allí recibieron el alta.

Fernanda comenzó con dolores de cabeza y garganta hace dos semanas y pensó que se trataba de una gripe común. «Me tomé un antrigripal pero no me hizo nada. Me hicieron el hisopado y me ofrecieron venir acá porque yo vivo con mi familia, que no están contagiados», contó.

«Nos trataron muy bien. Acá podemos compartir entre nosotras, hay un patio, tenemos talleres. Fue lo mejor haber venido», retrató la joven, que entre risas acotó: «tengo ganas de volver a mi casa extraño mi cama».

Nidia y Liria Fernández son dos hermanas de la localidad de Virreyes, de 40 y 33 años respectivamente, que vivieron juntas la experiencia del contagio, el hisopado, la espera del resultado y finalmente la internación en el centro de aislamiento.

«Nos fuimos a hisopar juntas y esperamos el resultado en el hospital municipal. Tuvimos que venir para acá porque vivimos con nuestra madre que tiene 70 años y es paciente de riesgo. Venir acá fue cuidar a nuestra familia y a los demás», reconocieron las hermanas.

Aunque reconocieron que «vinimos con mucho prejuicio porque pensamos que iba a ser tipo una cárcel», abandonaron Tecnópolis agradecidas. «La estadía fue muy buena, la gente que trabaja es muy atenta y nos dieron mucha contención», aseguró a Télam Nidia, que contó que en los 10 días en el centro jugaron al ping-pong e hicieron un curso de primeros auxilios de la Cruz Roja.

«Te da miedo cuando te dicen que tenés coronavirus, ves la televisión que se muere gente y pensás que te puede pasar a vos, pero por suerte fue todo leve», afirmó Liria.

Junto a Fernanda, Liria y Nidia recibieron el alta Cirila Pino y Blanca Aramburu, y las cinco mujeres se fueron con su ropa desinfectada en una bolsa rosa y con un souvenir por su internación que era un diploma del egreso, un botiquín y un certificado médico.

«Las voy a extrañar, cuídense. Espero que nos volvamos a ver sin los barbijos», les dijo una de las enfermeras mientras las mujeres se iban subiendo a la ambulancia que las llevaría a su casas.

En el parque, a las personas internadas se las llama «destinatarios» en lugar de pacientes, ya que desde la dirección quieren que se sientan partícipes del dispositivo que se armó pensado en ellos, que contempla desde chequeos médicos cada cuatro horas hasta talleres de radio.

Hay un predio para hombres y otro para mujeres, un cine y un espacio cultural, y los «destinatarios» pueden moverse por los espacios permitidos al aire libre y juntarse en grupos.

A Tecnópolis, ubicado en Villa Martelli, llegan pacientes derivados de todo el conurbano bonaerense que reciben a través del programa «Acompañar» $500 por día por estar en este centro extrahospitalario.

Es una felicidad enorme cuando se van de alta. Hacemos los egresos por el arco de la entrada porque se van con la alegría de volver curados a sus hogares y con la decisión de haberse aislado para cuidar a sus seres queridos”LAURA BRAIZA, DIRECTORA PARQUE SANITARIO
Laura Braiza, directora del Parque Sanitario, aseguró a Télam que «es una felicidad enorme cuando se van de alta. Hacemos los egresos por el arco de la entrada porque se van con la alegría de volver curados a sus hogares y con la decisión de haberse aislado para cuidar a sus seres queridos».

Como todos los días que egresan pacientes a las 14, Braiza acompañó a las destinatarias hasta la puerta del parque, donde junto a la estatua de San Martín del dibujo animado de Zamba y un dinosaurio gigante, encabezó un aplauso con el personal y los voluntarios de la Cruz Roja, Cascos Blancos y de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA), que se encargan de las tareas operativas del lugar.

Los «destinatarios» son atendidos por un grupo de 200 médicos, enfermeros y operadores (que suelen ser trabajadores sociales o psicólogos), que están disponibles todos los días a toda hora y con los procotolos sanitarios muy rigurosos.

Tienen vestuarios individuales y lockers donde dejar su ropa de calle, mientras que para ingresar al lugar donde están los contagiados de Covid-19 deben ponerse su equipo de protección personal que consta de una máscara, antiparras, dos barbijos, dos pares de guantes, camisolines hemorrepelentes y cubrebotas.

«Es mucho el trabajo, son muchos los controles a los que tuvimos que acostumbrarnos y es extenuante. Son más procesos de cuidado que lo normal», aseguró a Télam Juan Cruz Diez Beltrán, director médico del centro.

Para Diez Beltrán «la patología es muy estigmatizante, genera mucho miedo e incertidumbre. Por eso los médicos tratamos de desarrollar la escucha y la palabra para tratar a las personas».

«Buscamos que cuando vuelvan a su comunidad sean promotores de salud, que sean ejemplos a seguir en cuanto a los cuidados que hay que tener en esta situación», aseveró.

Aldana Carrizo, trabajadora social y coordinadora de los operadores de la nave de mujeres, dijo que «nos genera mucha satisfacción cuando las personas egresan porque su relato es que se sintieron contenidos acá».

«Nuestra premisa es acompañarlos a transitar esto, nuestra voluntad es humanizar el vínculo y entender la salud de una manera integral», afirmó.

Por la situación del coronavirus en el Área Metropolitana, el parque sanitario agregó la última semana una nueva sala para casos sospechosos que puede recibir hasta 60 personas, con la que se busca aliviar la espera del hisopado que hoy se hace en hoteles u hospitales.

«Agregamos un espacio para los casos a confirmar; es una de las necesidades del sistema sanitario en la actualidad, con medidas de seguridad más rígidas», explicó Braiza.

Fuente: Télam