Argentina

Se ligó las trompas tras una cesárea y murió: su familia denuncia que hubo mala praxis

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Geraldine Oro tenía 26 años. Murió poco después de tener a su bebé por cesárea y someterse a una ligadura de trompas en un hospital en Mendoza. «Le perforaron el intestino», dijo su marido.

Hace 20 días Geralidne Oro se había convertido en mamá de su segundo hijo. Como ya sabía que no quería tener más, decidió hacerse una ligadura de trompas durante la cesárea. Sin embargo, Geraldine comenzó a sentir dolores desde la primera noche de la internación hasta que unos días después descubrieron que le habían perforado el intestino.

«A Yera la mataron en el hospital», dicen sus familiares que todavía no terminan de entender qué fue lo que pasó. Su marido Alejandro Chaile y papá de los dos hijos de la joven, un nene de 4 años y el bebé de apenas 20 días, acusó de una mala praxis a la médica que realizó la operación donde según la denuncia judicial “le perforaron el intestino”.

Según publica el diario Clarín, el 28 de octubre, Geraldine se internó en el hospital de Maipú para tener a su bebé Álvaro. Con la obstetra, habían acordado que esa mañana sería la primera de la lista en parir por cesárea y que luego iba a ligarle las trompas. “Ella decía que dos hijos eran suficiente. Que quería darles el mayor cuidado y no deseaba volver a quedar embarazada. Además, esta vez había quedado embarazada llevando un DIU mal colocado”, contó su hermana.

Todo marchaba bien. Geraldine envió fotos a sus hermanas para contarles que iba camino al hospital Diego Paroissien. A las 8.40 de la mañana le hicieron la cirugía y después fue trasladada a una sala común.

Esa misma noche comenzaron las primeras alertas de que algo no andaba bien. La mujer se quejaba del dolor y su hermana Fernanda, quien había ido a cuidarla, pidió ayuda a las enfermeras. “Noté que la herida sangraba mucho”, recordó.

Allí comenzó el destrato. “Las enfermeras le decían que era quejosa, que ya irían a limpiarla, que no era nada grave, que debe haber quedado un punto sin suturar”, dice Fernanda. Y según adelantaron a la familia, había que aguardar a la médica que realizó la operación que al día siguiente iría a controlarla.

El jueves 29 de octubre, a las 8, llegó personal médico a revisarla. Le informaron que era algo superficial –el punto mal suturado- que se iba a curar solo y que no iba a necesitar volver a cirugía. Pero Yera estaba cada vez peor. “Mi hermana comenzó a sentir dolores más fuertes y mandaron a su marido a comprar unas gotas para que calme el dolor”, dice la hermana.

Ese jueves le colocaron dos veces una faja y le pidieron que camine para deshincharse. Al día siguiente, viernes 30 de noviembre, le dieron el alta diciendo que tanto el bebé como la mamá estaban bien, según la denuncia en la Fiscalía de Las Heras.

Ese mismo día en su casa, Geraldine comenzó a tener fiebre. Su marido -que es albañil- la llevó de nuevo al hospital ya que los dolores no paraban. “Solo le sacaron sangre para unos análisis y la mandaron de vuelta a casa”, dice la hermana. En su casa, Yera comenzó con vómitos y estaba muy hinchada.

El sábado regresaron al hospital. “Mientras esperaba en una silla para ser atendida, se descompuso y tuvo un shock”, según la denuncia. La trasladaron en ambulancia al hospital Luis Lagomaggiore, la principal maternidad pública de Mendoza. Entró directamente al quirófano. “El médico que la operó nos comunicó que a Yera le habían perforado el intestino haciendo una peritonitis y agravándose a una septicemia”, recuerda Fernanda. Y remarca: “Es el cirujano quien nos dice que a Geraldine la han hecho una mala praxis”.

Geraldine pasó tres días en terapia intensiva, en coma inducido. Durante su internación fue sometida a tres cirugías, en la última le extraen el útero por la infección provocada. El 4 de noviembre del 2020, una semana después del parto, Geraldine sufrió un paro cardíaco y murió.

La directora del hospital Paroissien, Fernanda Sabadin, informó que han iniciado una investigación para determinar la causa de la muerte de la joven. “Queremos saber si alguno de los intervinientes (personal médico) ha tenido algún tipo de responsabilidad, desde que la paciente ingresó en el hospital hasta que se derivó al Lagomaggiore”, dijo la funcionaria al diario mendocino El Sol. Afirmó que su objetivo es colaborar con la Justicia y brindarle apoyo a la familia de la víctima.