Resonancia schumann: son ondas que inciden en nuestro cerebro; aumentó más del 40% en los últimos años, por lo que el tiempo nos parece que pasa volando
En un año de inesperada pandemia que generó grandes cambios en la humanidad, varios científicos han observado que las vibraciones que llegan a la Tierra están siendo alteradas de forma notoria. Varias son las energías y ondas que nos rodean e ingresan desde el espacio al planeta, pero en este caso se trata de ondas que se pueden detectar también, ya que influyen directamente en el cerebro de las personas, así como también en el de cualquier animal, en especial de los mamíferos. Un hecho que sumado a los minitemblores que se están produciendo en diferentes sitio constituye un combo explosivo que nos está afectando.
La resonancia Schumann
Hace unos setenta años, el doctor Winfried Schumann descubrió el efecto de resonancia en el sistema Tierra-aire-ionosfera. En física a este efecto se lo denomina «onda transversal-magnética». Al evaluar el fenómeno, el investigador alemán y su equipo detectaron que las ondas resonantes vibran en la misma frecuencia que las ondas cerebrales de los humanos y de los mamíferos en general. La onda tiene una fuerza de 7,8 Hertz por segundo (ciclos por segundo), que es como se mide.
Sucede que en estos últimos tiempos los investigadores notaron que la resonancia Schumann del planeta se viene modificando desde hace veinte años, y en estos últimos dos se elevó mucho más. Por primera vez en la historia, las ondas pasaron de 7,8 Hz a 170 Hz y muchos expertos indicaron que estos cambios podrían ser los que están provocando modificaciones y molestias a todos los seres vivos del planeta.
En ese sentido, equipos médicos rusos que conocen el fenómeno y lo toman como factor a considerar en estudios médicos señalaron que varios pacientes comenzaron a mostrar dificultades en su biología, de forma más progresiva cuando las ondas aumentaban su magnitud. Explicaron que esta variación de frecuencia es la causante de males como cáncer, depresión, estrés, trastornos de la presión arterial y en el ciclo del sueño, entre muchas otros. Lo mismo ocurre con los reinos animal y vegetal.
¿Se acelera el tiempo?
Ya en 2014 la frecuencia de resonancia Schumann se consideró anómala al comprobar que había subido a un nivel 15-25. A mediados de 2017 las ondas se elevaron de nuevo y en la actualidad están por encima de los 160 Hz. La primera vez que se observó dicho aumento fue en el del sistema espacial ruso y creyeron que su equipo estaba funcionando mal, pero más tarde descubrieron que los datos eran correctos.
Algunas personas, año a año, sienten que el tiempo parece pasar cada vez más rápido, y esto, según indican los científicos, puede estar relacionado con un resultado de la creciente frecuencia de las ondas. Puesto que la frecuencia Schumann está en sintonía con las ondas alfa del cerebro humano y con los estados Theta, esta aceleración se siente frecuentemente como si el tiempo se acelerara y los eventos y cambios en la vida ocurren cada vez más rápido. Inciden también los microtemblores que se están produciendo por estos tiempos en diferentes sitios (Patagonia chileno-argentina, parque Yellowstone -EE.UU.-, la región de los Balcanes, la costera de Perú y Ecuador, el Mar del Japón, Oceanía y Sudeste Asiático), y que podrían modificar aún más dichas frecuencias. Con estos cambios, las 24 horas diarias ya no lo son, sino que nominalmente, parecemos estar viviendo solamente entre 14 y 16 horas, es decir que se generó una reducción de más de un 40% de las horas diarias nominales en el rendimiento de los humanos. Así, los cambios presentados en las ondas Schumann podrían explicar por qué vivimos día a día más acelerados y decimos que los meses, y a veces los años, «se pasan volando».
Tanto Austria como Alemania formularon nuevos proyectos en física cuántica de 7,8 Hz, y consideraron que las ondas son una constante biológica en el hipotálamo. La frecuencia de la Tierra se comparte como un gran circuito eléctrico y esto abre «un campo de comunicación entre dos sistemas neuronales o telepatía». Asimismo, los cientos de frecuencias adicionales en el transcurso de la historia y el avance de la tecnología han cambiado el pulso de la Tierra y sus habitantes. Además de los microterremotos, se deben sumar los efectos de la radio, la TV, los celulares, satélites, etc., además de todas las redes sociales que inundan el planeta.
Más comprobaciones
Por su parte, la NASA ha comprobado que los astronautas al salir al espacio alteran su salud, y todo es debido, en gran parte, a las altas frecuencias magnéticas a las que son sometidos en otra atmósfera. Asimismo, en un estudio de médicos especialistas en el tema, se detectó que la relación de las ondas cerebrales y la resonancia Schumann afecta la salud de cualquier ser vivo. En las imágenes los expertos observaron cómo los campos electromagnéticos, con los rayos radioactivos, afectaban directamente al cerebro. Y en ese mismo enfoque, el cambio en la frecuencia de las ondas comenzó a alterar a los equipos de estudio del espacio en diversos países.
Carácter de las personas
Varios son los estudios que ratifican que el aumento en las vibraciones de la Tierra afectan de forma directa a los seres vivos que en ella habitan. Los cambios externos provocan un aumento en las vibraciones del ser humano, lo que genera que actúe de forma muy diferente a lo que normalmente sucedería, teniendo en cuenta el lugar geográfico en el que vive. Cercano a las aguas, ya sean lagos, ríos o mares, los expertos estimaron que las frecuencias son mucho más altas y en cambio en las cordilleras, como en los desiertos y otros lugares, esta varía hacia abajo.
Hay que tener en cuenta que las ondas cerebrales se relacionan con distintos tipos de estados de conciencia. Estas, junto con todas las demás vibraciones que forman parte de nuestro día a día y que son fruto de nuestro estado físico, nuestro pensamiento y emociones, van a conformar lo que conocemos como vibración personal. ¿Cuándo es que se altera el carácter de una persona por esto? Varios estudios revelaron que el carácter de la persona se comienza a alterar frente a las altas y bajas frecuencias. Estos cambios provocan una expansión elevada de la conciencia, y así pierden el miedo. «Los más sintonizados con la frecuencia normal son las tribus indígenas, que están conectados con la Tierra, la naturaleza», expresaron científicos de diferentes países en un documento referente a estas ondas Schumann que, aunque desconocida para muchos, comienzan a preocupar (y mucho) a toda la comunidad científica.
Los sentimientos
Los médicos expertos en el campo de las frecuencias, indicaron que las frecuencias de la persona van variando según sus sentimientos.
Las personas que tienen sentimientos de odio, angustia, depresión, y vergüenza, demostraron tener vibraciones de nivel bajo; mientras las que experimentan alegría, amor, paz, emiten frecuencias altas.
Einstein, las vibraciones y el coronavirus
Todos los virus que existen en el planeta Tierra tienen una baja vibración, con una estructura cerrada de un circuito electromagnético, que miden una frecuencia de resonancia de aproximadamente entre 5 a 14,5 Hertz.
Es decir, cualquier tipo de virus, sea cual fuere, hasta el conocido coronavirus que tiene en vilo al mundo, en las gamas más altas, la enfermedad no está activa, por lo que al pasar los 25,5 Hz, el virus muere.
En las personas que viven en altas vibraciones a nivel espiritual, el Covid-19, según indicaron médicos y científicos expertos en las ondas vibratorias, no es mucho más peligroso que las infecciones respiratorias agudas, ya que el cuerpo de una persona sana «vibra» en las gamas más altas.
¿Qué pueden provocar entonces los cambios en las ondas? Sucede que las personas pueden mostrar distintos trastornos en el balance energético, como fatiga, agotamiento emocional, hipotermia, enfermedades crónicas, tensión nerviosa, entre otras enfermedades que hoy en día pueden sonar muy comunes y que entonces pueden llegar a relacionarse con el Covid-19.
¿Puede así una onda externa modificar tanto la vida del hombre? Según una de las fórmulas del sorprendente Albert Einstein, la energía y la materia se encuentran directamente relacionadas, de tal manera que pueden transformarse una a la otra.
Frecuencia 5G y exposición humana
En los últimos tiempos se conoció que las empresas de telecomunicaciones y los gobiernos del mundo preparan y efectúan el despliegue del 5G, conexiones que comenzaron a provocar cambios climáticos a nivel global. Lo llamativo de la nueva tecnología, que además preocupa a gran parte de la población, es que desde grandes compañías no dejaron efectuar ningún estudio para medir el número de transmisiones de radiofrecuencias que emite y si son nocivas o no para la vida cotidiana del hombre.
Bien se conoce que existen estrictos límites para la exposición a niveles incluso más altos de radiación de energía, como los rayos X médicos y los rayos gamma, que pueden tener efectos perjudiciales en el cuerpo humano.
Según se pudo saber por estudios privados sobre las ondas emitidas del 5G, la nueva tecnología que comenzó a instalarse en todo el mundo para tener una mayor velocidad en las conexiones posee una frecuencia de alrededor de 600-700 MHz, 3-4 GHz, 26-28 GHz y 38-42 GHz que agregarán significativamente una mayor capacidad en comparación con las actuales tecnologías móviles.
La frecuencia 5G es tan alta que soportará alrededor de un millón de dispositivos conectados al mismo momento, y la 4G solo soporta 4.000, porque tiene ondas más bajas.