Con cuestionamientos por parte del presidente Alberto Fernández, quién consideró que es «una invitación al contagio» y con divisiones internas en Juntos por el cambio en torno a la conveniencia de la medida, sectores de la oposición realizaran mañana en el Obelisco y en otras plazas del país, un banderazo en contra de la cuarentena y la reforma judicial
Con criticas por parte del presidente Alberto Fernández quién consideró que «es una invitación al contagio» y con divisiones internas en Juntos por el Cambio (JxC) dónde no se ponen de acuerdo sobre la conveniencia de la medida, y sin un mentor claro de la convocatoria, se llevará a cabo este lunes el «banderazo» opositor en contra de la cuarentena y la reforma judicial impulsadas por el Gobierno nacional.
La iniciativa, que tendrá lugar a partir de las 16 en el Obelisco y en otras plazas del país en el marco de un nuevo aniversario de la muerte del general José de San Martín, tuvo su origen en las redes sociales y contó con la adhesión de figuras públicas, como el actor Luis Brandoni, el bailarín clásico, Maximiliano Guerra y el ex juez Eduardo Gerome, entre otros, quienes promocionaron el evento a través de la red social Twitter.
«Yo no estoy convocando, pero voy a participar. Es muy importante en este momento plantear algunos temas que están sucediendo y que son de enorme gravedad», afirmó la titular de JxC, Patricia Bullrich, quien añadió que durante la movida cuestionarán «la cuarentena eterna, la reforma judicial que busca impunidad y la inseguridad».
En tanto que la ex legisladora, Elisa Carrió, en una entrevista concedida al diario La Nación, argumentó que «en el 17 de agosto, que es el aniversario de la muerte de quien nos dio la libertad, debemos pensar en la defensa de la Constitución, la verdad, la justicia, que es lo único que nos puede asegurar convivir entre nosotros».
En tanto que, otros dirigentes de ese espacio de centroderecha, como el jefe y el vicejefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli, buscaron poner distancia de la marcha opositora, que entre sus consignas, apela a la «defensa de las instituciones fundamentales de la democracia republicana».
«Estamos viviendo una situación particular, que es la pandemia, y necesitamos evitar las situaciones en que la gente se junte, una al lado de la otra: si queremos cuidar el plan de aperturas, tenemos que ser muy responsables», sostuvo Rodríguez Larreta al plantear su prescindencia a la convocatoria.
En tanto que Santilli dijo no creer «que sea conveniente la marcha» y señaló que «preferiría que no se hiciera».
Otro que se expresó en esa dirección, fue el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, quién sostuvo que no ve «motivos» para participar de la convocatoria, entre otras razones, porque «en esta oportunidad no se puede decir que no haya actividad económica».
Por su parte, fue el propio Fernández quién desde el oficialismo le salió al cruce al «banderazo» por considerar que la movilización «es una invitación al contagio», y rechazó que Argentina se encuentre bajo cuarentena: «Mal que nos pese, la cuarentena este domingo no existe. Se abrió la mayoría de la actividad económica y por eso los contagios crecen», subrayó.
También el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero se sumó al rechazo y dijo que la convocatoria implica «un riesgo epidemiológico» y busca «hacerle un daño al Gobierno».
En tanto el actor Darío Grandinetti, impulsó a su vez desde Twitter, un llamamiento a no concurrir a la marcha bajo la consigna el «17A, yo no marcho. Apoyo a mi presidente».
El pedido está ilustrado con una bandera Argentina de fondo, la que lleva incrustada la foto del Jefe de Estado.