La abuela de la pequeña se hizo cargo de ella y todas las noches llora por lo sucedido.
Micaela Romero era agente de la Policía Federal y fue asesinada -hace un mes- en Quilmes, cuando dos delincuentes le sustrajeron el teléfono celular. María Constante, su mamá, contó un triste detalle sobre Dominique, la pequeña hija de la servidora fallecida.
«Ahora Dominique ve un patrullero y dice que es ‘el tutú de mamá’, que ‘ahí está mamá’. Quiere que la llevemos donde está el patrullero para buscar a la madre. Llega la noche y como ella no viene, se enoja y llora«, sostuvo la mujer.
El domingo 16 de agosto, Micaela había salido con un amigo a comprar cigarrillos. En el trayecto fueron interceptados por tres delincuentes. Intentaron quitarle el celular, pero uno de los ladrones la reconoció como policía. «Ella es cobani», dijo el maleante y uno de sus cómplices le disparó a Micaela en el pecho, causándole la muerte.
María, quien trabaja como auxiliar docente, le contó a Clarín que Dominique cumplió 3 años en abril, y actualmente vive con su papá. «La Policía Federal está continuamente comunicándose con nosotros, nos ofrecen psicólogos y demás. Yo estoy viendo a un psicólogo, uno tiene que estar preparado para lo que viene con ella. Estoy rota por dentro y tengo que aguantarme el nudo en la garganta para poder luchar por ella, por mi nieta», afirma María.
