Las personas mayores de 60 años representan el 15% del total de casos de coronavirus reportados desde que comenzó la pandemia, pero son los más afectados en cuanto al desarrollo de cuadros graves y a la mortalidad, por lo que los especialistas recomiendan la vacuna para este grupo.
La vacunación en personas mayores es «altamente recomendable» teniendo en cuenta que se trata de la población de mayor riesgo para desarrollar enfermedad grave y severa por coronavirus y fallecer, coincidieron especialistas. Además, enfatizaron que la inmunización no tiene contraindicaciones específicas por edad, aunque aconsejan consultar con el médico de cabecera «para evaluar el estado de salud de cada paciente».
Si bien las personas mayores de 60 años representan sólo el 15% del total de casos de coronavirus reportados desde que comenzó la pandemia, mientras que los mayores de 70 representan nada más que el 7,2%, son el grupo etario más afectado en cuanto al desarrollo de cuadros graves y a la mortalidad.
De hecho, el 83,85% del total de fallecidos por Covid-19 en la Argentina son mayores de 60 años (42.646).
Varias provincias comenzaron esta semana a vacunar a las personas mayores de 70 años
Es decir que, mientras que la edad promedio de personas contagiadas es de alrededor de 40 años, la media de los fallecidos es de alrededor de 76 años.
«Todas las personas mayores pueden vacunarse, la única contraindicación formal es el antecedente de una alergia severa como anafilaxia, edema de Quincke o a alguno de los componentes de la vacuna», dijo a Télam la médica geriatra e infectóloga Miriam Rozenek, integrante de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
No obstante, Rozenek advirtió que «como la mayoría de las personas mayores tienen lo que se denomina polifarmacia (más de cinco medicamentos en forma habitual) no está de más si quieren hacer la consulta si tienen alguna duda en particular con su médico de cabecera».
En referencia a la seguridad, la especialista -que también en miembro de la Sociedad Argentina de Geriatría y Gerontología (SAGG) – explicó que «por el tipo de vacuna que se está aplicando (ninguna tiene gérmenes vivos) no habría riesgos ni en las personas mayores ni en los inmunosuprimidos; lo que todavía se está estudiando es si estas vacunas generarán respuesta inmune en las personas mayores del mismo modo que en los jóvenes».
«Hay vacunas que ya informaron algunos datos en mayores de 65 e indicaron que la respuesta inmunológica fue buena, otras señalaron que fue un poco más baja, pero lo que hay que entender es que cuando uno indica una vacuna pone en una balanza riesgo-beneficio y teniendo el cuenta el alto impacto en el desarrollo de enfermedad grave y muerte que tiene el coronavirus en personas mayores, la balanza se inclina hacia los beneficios de dársela», añadió.
En el mismo sentido, la médica infectóloga Florencia Cahn, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE), aseguró que «las vacunas contra Covid-19 que están aprobadas para personas mayores pueden darse sin ninguna contraindicación por edad pero siempre es aconsejable la consulta con el profesional de cabecera que considere las enfermedades previas del o la paciente y el estado general en que se encuentra».
«Para las personas inmunosuprimidas, que reciben corticoides en altas dosis, personas con VIH con bajo recuento de CD4, embarazadas, mujeres en períodos de lactancia o personas con enfermedades autoinmune todavía no hay suficiente evidencia, por lo cual siempre hay que ponderar el riesgo-beneficio según la exposición y profesión y analizar caso por caso», indicó.
Cahn advirtió que «sí está contraindicada en personas con antecedentes de alergias graves como anafilaxias» y pidió «tener en cuenta que la información respecto a las vacunas es muy dinámica y se va actualizando conforme va apareciendo evidencia».
Por su parte, el médico geriatra José Ricardo Jauregui, presidente electo de la Sociedad Internacional de Geriatría y Gerontología para el período 2021-2023, sostuvo que «todas las personas mayores deberían vacunarse, excepto aquellos que están cursando la enfermedad en el momento de la vacunación o que están en situación de vida crítica, pero incluso los que están inmunosuprimidos crónicos no tienen contraindicación».
Jauregui también insistió en que «las vacunas no tienen en principio ninguna objeción en cuanto a la seguridad, y en relación a la eficacia si bien todavía falta información, siempre algún nivel de protección van a producir, y esa protección es mejor que nada».
Una situación bastante común en las personas mayores es que se encuentran anticoaguladas. «Por este tema no necesitan ninguna indicación en particular, hay evidencia hace mucho tiempo de que pueden recibir vacunas intramusculares sobre todo con agujas finas como se aplican las vacunas actuales», detalló Jauregui.