«Deberíamos estar bastante conformes de cómo manejamos las cosas«, sostuvo el presidente Alberto Fernández a modo de síntesis de lo que fue gobernar el país durante la pandemia. «Recibimos un gobierno donde la Argentina estaba muy mal, con 40 puntos de pobreza, una deuda impagable, una recesión evidente y una enorme caída del consumo. En ese estado nos agarró la pandemia y hemos logrado sobrellevar las cosas razonablemente bien», resumió el primer mandatario y reivindicó el rol activo del Estado para morigerar los efectos de la crisis y, a su vez, lograr hacerse con miles de dosis de vacunas contra la covid-19 antes de que finalizase el año.
Fernández destacó los logros alcanzados por la gestión en el último año, como haber conseguido «la menor caída del salario real de los últimos cuatro años«, el acuerdo con los bonistas extranjeros y el hecho de que, a pesar de la crisis sanitaria mundial, ya se comenzase a percibir que algunos sectores de la economía comenzaban a estar «funcionando bien», como el sector metalúrgico. «Si uno además tiene en cuenta que al comienzo de la pandemia todo el mundo anunciaba que en la Argentina iban a haber un mínimo de 60 mil muertos y un máximo de 250 mil muertos, se puede decir que las cosas no han salido del todo mal«, añadió en declaraciones a Radio 10. «La pobreza aumentó y eso nos preocupa, pero todos los que analizan el tema coinciden en que si el Estado no hubiera estado presente sería 10 puntos mayor. ¿Es lo que queríamos? No. Queríamos una Argentina pujante, con menos pobreza. Pero lo dimos todo y logramos estos objetivos», reivindicó.
Por otro lado, en el medio de las expectativas generadas por el arribo de la vacuna Sputnik V y la puesta en marcha del plan de vacunación, Fernández destacó que la Argentina formaba parte de un grupo de «menos de 10 países en todo el mundo» que ya podían empezar a vacunar contra la covid-19. Si bien en la realidad el número de países que están comenzando a inocular a sus ciudadanos y ciudadanas es un poco mayor, el Presidente hizo foco en el significado de haber logrado hacerse ya de 300 mil dosis de la vacuna rusa cuando varios países todavía están teniendo grandes dificultades para conseguir unas pocas miles. «Mi primera obsesión era que empezásemos a vacunar en el mismo momento que el mundo central empezaba a vacunar, porque lo que está ocurriendo es que el mundo central ha acaparado las vacunas para ellos y por eso todos los países de la periferia están buscando vacunas con la misma obsesión y dificultades que nosotros», destacó Fernández, quien comentó también que había hablado con el canciller uruguayo, Francisco Bustillo, y con el presidente de Bolivia, Luis Arce, para ponerse a disposición y ayudar a ambos países a conseguir la vacuna. «Todo lo que podamos hacer por ayudar lo vamos a hacer, a ellos y a los países que lo necesiten», añadió.
El primer mandatario se refirió también al debate generado en torno al origen de las vacunas y la diferenciación que algunos medios y figuras de la oposición están haciendo entre la Sputnik V y otras como la de Pfizer o la de AstraZéneca. «No hay que dejarse llevar por una guerra geopolítica y comercial. Detrás de la venta de las vacunas hay un mercado de decenas y miles de millones de dólares y por eso el desprestigio que unos y otros lanzan entre sí. Hay que tener en cuenta que los laboratorios que han llevado adelante investigaciones son laboratorios de primer nivel y que esto no puede ser puesto en tela de juicio», aseguró y agregó: «Yo voy a estar eternamente agradecido a la Federación Rusa». Más allá de las vacunas, el presidente hizo también hincapié en la aprobación de la ANMAT del tratamiento con suero equino hiperinmune. «El suero equino reduce prácticamente la mortalidad a la mitad, osea que ahí tenemos por primera vez un elemento que puede ayudar a curar y que encima se produce en Argentina. Es un dato abismal que pasó desapercibido», destacó.
Por otro lado, Fernández se refirió a las proyecciones económicas para el año que viene y a la posibilidad de que se decretase una nueva cuarentena total. «Creo que si respetamos el distanciamiento, y tenemos los cuidados que hay que tener, la actividad económica puede desenvolverse con cierta normalidad. Lo que no es fácil es que eso ocurra cuando uno ve el aglomeramiento que se ha visto en estos días: el aglomeramiento en la Salada, en los negocios para las compras navideñas, los chicos a la noche en las plazas. Eso potencia el riesgo una enormidad. Hay que entender que el problema está lejos de haberse superado», indicó Fernández. «Nosotros todo debemos hacerlo con mucha prudencia y necesitamos el acuerdo de todos. Tenemos que ver cómo reducimos el déficit fiscal y garantizamos que la inflación no suba y que el valor real de los salarios crezca», explicó.
Fuente: Página 12