En la calurosa madrugada del sábado 28 de junio de 1969, un grupo de jóvenes homosexuales, lesbianas, «drag queens» y transexuales decidió no tolerar más el abuso policial y acorraló a un grupo de agentes que llevaban a cabo una redada en el Stonewall Inn, un bar gay de Nueva York.
Hace más de 50 años que el 28 de junio es conocido como el Día Internacional del Orgullo LGBT. Año a año, las capitales del mundo se tiñen de colores para conmemorar lo que ocurrió aquella noche de 1969, la cual abrió la puerta a la conquista de derechos de la comunidad gay a nivel global.
«Fue la primera vez que nuestra comunidad aprisionó a la policía, que hasta entonces siempre nos había aprisionado a nosotros»: así describe Mark Segal, veterano de las protestas del Stonewall Inn, la primera de las seis noches de disturbios que hace 53 años desencadenaron la revolución gay.
En la calurosa madrugada del sábado 28 de junio de 1969, un grupo de jóvenes homosexuales como Segal, lesbianas, «drag queens» y transexuales decidió no tolerar más el abuso policial y acorraló a un grupo de agentes que llevaban a cabo una redada en el Stonewall Inn, un bar gay de mala muerte del Greenwich Village en Nueva York, por segunda vez en la semana.
Segal, que entonces tenía 18 años y había llegado a Nueva York desde Filadelfia hacía poco más de un mes, cuenta que esa noche sintió «una pasión abrumadora», «una alegría pura», aunque no tenía aún conciencia de la dimensión histórica de lo sucedido, que cambiaría la vida de millones de personas.
A fines de los años ’60 la homosexualidad era considerada una enfermedad, el sexo homosexual era ilegal en todo Estados Unidos salvo en Illinois, los gays vivían en secreto y podían perder su empleo o sus casas si eran descubiertos y no tenían ninguna ley que los protegiera. Muchas veces eran atacados en la calle, o detenidos por la policía por conducta indecente.
El Stonewall Inn, en Christopher Street, regentado por la mafia, vendía alcohol sin permiso, aunque aguaba los tragos. Famoso por su gran «jukebox» y por ser el único bar gay donde se podía bailar -incluso lentas-, era un refugio en medio de la opresión.
«Era un lugar increíble. En ese bar podías ser tú mismo. Aunque era un tugurio, aunque lo manejaba la mafia, estábamos felices de tener un lugar para nosotros», relató a la AFP Martin Boyce, de 71 años, frente al Stonewall Inn, declarado monumento histórico nacional por el expresidente Barack Obama en 2016.
Los movimientos por los derechos de los negros, las mujeres y los latinos, la revolución sexual y las protestas estudiantiles de 1968 y contra la guerra de Vietnam contribuyeron a crear el ambiente propicio para un cambio.
Pero el historiador David Carter, autor del libro «Stonewall: las protestas que desencadenaron la revolución gay», destaca sobre todo que la Sociedad Mattachine -una de las primeras organizaciones gays, fundada en 1950- había logrado ya varios avances, por ejemplo en la legalización de bares gays, encendiendo la esperanza.
Fuente: Telefe Noticias