Encabezó el homenaje al expresidente Néstor Kirchner al cumplirse 10 años de su muerte. “Mi deber es venir a terminar con la tarea que empezó Néstor y que siguió Cristina, y así lo voy a hacer”, afirmó hoy el presidente Alberto Fernández al encabezar en el CCK el acto homenaje al exmandatario Néstor Kirchner, en la conmemoración del 10° aniversario de su fallecimiento.
Durante la ceremonia, el jefe de Estado descubrió en el hall central del edificio la estatua recuperada y restaurada de Kirchner, que se encontraba en Ecuador y fue repatriada a comienzos de mes, y aseguró: “El destino existe y alguien quiso que el 27 de octubre del año pasado ganáramos las elecciones, y volviéramos a poner en la Casa de Gobierno un Presidente, una Vicepresidenta y funcionarios preocupados por los que peor están, por darles derechos y voz a los que les cuesta expresarse”.
“Y eso coincidió con que se cumplan hoy diez desde que Néstor nos dejó físicamente”, agregó el mandatario, quien estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero y ministros del Gabinete nacional; el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; gobernadores de distintas provincias; intendentes de Buenos Aires; los secretarios Generales de la CGT y la CTA; representantes de organismos de Derechos Humanos y personalidades del ámbito de la cultura.
El mandatario recordó que, al asumir la presidencia argentina en 2003, “Néstor hizo cosas que muchos creíamos imposibles desde poner una Corte Suprema digna al frente del Poder Judicial, terminar con la libertad de los genocidas, trabajar por el derecho de los hijos cuyos padres desaparecieron, abrazarse con Estela, Tati y Hebe, luchadores eternas de los Derechos Humanos en los peores épocas de la Argentina” y reflexionó: “Néstor fue capaz de devolverle a toda una generación de argentinos la idea de que la política tenía sentido y que la política era el camino”.
Presidente de Argentina entre el 25 de mayo de 2003 y el 10 de diciembre de 2007, Kirchner fue el primer secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), y durante su gestión al frente del organismo regional encabezó la mediación entre Colombia y Venezuela para recomponer las relaciones bilaterales entre ambos países.
La obra de bronce, de 2,28 metros de altura y 600 kilos, fue donada en 2014 por el gobierno de la entonces mandataria nacional, y actual vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, a la Unasur, que tenía su sede en Quito, donde estuvo emplazada durante cinco años.
Con Lenin Moreno en la presidencia de Ecuador el edificio fue cerrado y el monumento estuvo almacenado en una bodega desde septiembre de 2019. Sobre esto, el Presidente aseguró: “Este es el lugar donde sentí que Néstor tenía que estar, ese hombre que tuvo la idea de construir el CCK y que fue el presidente que cambió la historia de la Argentina”.
Antes de tomar el mando el 10 de diciembre del año último, el presidente Fernández ya había anticipado su intención de repatriar la estatua, para lo que llevó adelante diversas tratativas como la reunión que mantuvo el 13 de marzo en la Casa Rosada con Ernesto Samper, exmandatario colombiano y exsecretario general de Unasur.
El 5 de octubre pasado, el monumento que muestra una imagen tradicional de Néstor Kirchner con la mano izquierda en alto y su corbata volándose por el viento, arribó al Aeropuerto de Ezeiza en un avión carguero y fue trasladada al taller de su hacedor, el escultor Miguel Villalba, quien le dio un baño de bronce, entre otras intervenciones.
El trámite para la devolución y repatriación de la obra estuvo a cargo de las autoridades de Casa Patria Grande Presidente Néstor Kirchner, que depende de la Secretaría General de la Presidencia.