Subió el tono de la discusión en el bloque oficialista. Hubo algunos intercambios entre el jefe de la bancada, José Mayans, que encabeza el sector «celeste», y sus compañeras «verdes» Beatriz Mirkin y Norma Durango en la tercera jornada del debate en el plenario de comisiones
Las dos próximas semanas hasta la sesión del 29 de diciembre serán arduas en el Senado, en especial dentro del bloque del Frente de Todos. Ante una votación que asoma pareja, los legisladores oficialistas mantuvieron hoy fuertes cruces entre sí en el plenario de comisiones por el proyecto de legalización del aborto. «Verdes» y «celestes» saben que en este debate se pone en juego el triunfo o la derrota del Gobierno en un tema de suma trascendencia para el presidente Alberto Fernández.
Con el correr de los días el discurso de quienes están a favor y en contra de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) se fue endureciendo. A diferencia de la primera y la segunda jornada de debate en el plenario de las comisiones de la Banca de la Mujer, que preside la oficialista Norma Durango; de la de Justicia y Asuntos Penales, a cargo de Oscar Parrilli; y de la de Salud, que encabeza Mario Fiad; la tercera dejó a la vista el nerviosismo que existe en las filas del oficialismo por el voto de los «indecisos» y de los legisladores que podrían cambiar su postura a último momento.
«No se lo voy a permitir. Me afecta personalmente lo que usted dijo. Está planteando que quienes estamos a favor de una posición se asimila a eso. ¿Para qué lo utiliza? Soy judía. Se ha pasado ya de la rosca», dijo la senadora tucumana Beatriz Mirkin a la médica genetista Graciela Moya, que en su exposición asoció el proyecto de la legalización del aborto con el «exterminio nazi».
La legisladora Alma Sapag, del Movimiento Popular Neuquino, también criticó los dichos de la oradora, invitada por los senadores «celestes». «No puede hablar así. Está en un ámbito que es el Congreso, no en una mesa de café», apuntó. Durango, al frente del plenario, solicitó a Moya que «cuide su lenguaje y su tono».
No fue la radical Silvia Elías de Pérez -una de las principales senadoras «provida» de la oposición- quien salió en defensa de la invitada, sino el jefe de la bancada oficialista, José Mayans. «La doctora Moya no es merecedora de ese ataque desaforado que ha tenido. Hizo una referencia histórica porque acá se habló de la eugenesia», apuntó el formoseño, contradiciendo a su compañeras de bloque. «Me imagino lo dolida que habrá quedado la doctora que ha sido atacada injustificadamente por una mala interpretación», agregó, y le pidió a Durango que «sea más imparcial», lo que minutos después generó un breve cruce con la titular de la Banca de la Mujer.
«Yo soy provida. No son las que andan con el feto mostrando el pañuelo celeste. Somos todos provida, por eso, senador Mayans, se me debiera pedir disculpas a mí por lo que dijo la doctora Moya«, señaló Mirkin al presidente de su bloque. Y continuó: «La senadora Elías de Pérez dijo en un diario que ganan por un voto, entonces ¿por qué estamos escuchando a los expositores, senador Mayans?». «Estoy percibiendo que se sube el tono de las opiniones que se vierten y que se está haciendo muy difícil el debate», añadió.
En el Frente de Todos intentaron restarle importancia a este tipo de intercambios. «Hay libertad de acción en el bloque. Lo central es el respeto entre nosotros», dijeron a BAE Negocios fuentes del oficialismo. También negaron las versiones, que surgieron entre los «celestes», sobre que la sesión del 29 se podría posponer, si no están los votos para aprobar la iniciativa. De igual modo no se animan a arriesgar un número. «Estamos parejos», se limitan a decir desde el sector «verde», a la espera de la firma del dictamen, fijada para mañana.
La mirada de unos y otros está puesta en los legisladores que hasta ahora se reservan el sentido de su voto. En el medio, en las últimas horas, surgieron algunas especulaciones respecto a que varios senadores opositores que apoyan la IVE se abstendrían durante la votación y que algunos oficialistas que están en contra podrían finalmente apoyar la norma por pedido de Alberto Fernández. A eso se suma la incertidumbre por lo que pasará con el ex presidente y actual senador Carlos Menem, que se encuentra internado, sin embargo su hija Zulemita aseguró que participará del debate y adelantó que votaría en contra de la iniciativa.
Lo cierto es que el proyecto de legalización del aborto no sólo genera contradicciones en el oficialismo. En Juntos por el Cambio algunos instalaron la discusión en torno de si están dispuestos o no a regalarle un triunfo al presidente. No es el caso de Guadalupe Tagliaferri, Gladys González, Martín Lousteau y Pamela Verasay, que vienen trabajando fuerte para que se apruebe el proyecto. Como dijo un legislador de ese espacio político, «para el 29 todavía falta mucho».