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Sismos en TDF tenemos que estar preparados porque hay 10.000 temblores por año

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El geólogo Jorge Rabassa recordó que Tierra del Fuego es zona sísmica y llamó a trabajar en la concientización, dejó interesantes datos a raíz del temblor registrado este domingo en la plataforma submarina, a 68 kilómetros de la ciudad Río Grande y a casi 170 kilómetros de Ushuaia. 

Según registros del INPRES, Instituto Nacional de Previsión Sísmica, asentado en la ciudad de San Juan, fueron dos los sismos, uno al noreste de Río Grande y el otro al sur. Lo que “nos confirma que vivimos en una zona de alta actividad sísmica, solo superado a nivel nacional por las provincias de Mendoza y San Juan, que es donde se han producido sismos de enorme potencial, de enorme energía” refirió Rabassa. 

Hizo referencia a la destrucción total de la ciudad de Mendoza por un sismo en 1880 y de San Juan, también arrasada por un terremoto en 1944. En el sur de la Patagonia y en Tierra del Fuego en particular, mencionó ejemplos como el del gran sismo de diciembre de 1949, de magnitud 7.8 con epicentro en el seno del Almirantazgo, en el estrecho de Magallanes: “prácticamente era una región deshabitada, por lo cual no hubo un registro de daños, ni muertos o heridos. Fue un sismo muy, pero muy fuerte, que, si hubiera sido el epicentro en cualquiera de las ciudades de nuestra provincia, seguramente hubiera terminado en una tragedia”. 

El experto detalló que la nuestra es una región sísmica muy fuertemente vinculada a la placa de Scotia, cuyo borde septentrional coincide con el trazado del lago Fagnano, en la Isla Grande. “Eso debe ser suficiente como para llamarnos la atención, continuar con cualquier actividad de concientización que se esté haciendo y preparar a nuestra sociedad para un evento que pudiera repetirse en el futuro” recomendó. En la lógica de que no podemos impedir que se produzca el sismo, “por lo menos podemos trabajar en la amortización de los daños y lograr condiciones por las cuales se pueda morigerar dentro de lo posible los distintos efectos que se producen en un sismo de semejante envergadura”. 

En nuestra provincia, la información al respecto la gestiona, con alta confiabilidad, la Estación Astronómica de la ciudad de Río Grande, perteneciente al CONICET y a la Universidad Nacional de La Plata. Esa estación registra hasta 10.000 sismos por año en la región, “lo que pasa es que la inmensa mayoría son de muy baja intensidad y por lo tanto no son percibidos por los humanos, ni nos enteramos”. 

En tal sentido, consideró que debe haber una especie de alerta permanente sobre la situación en el archipiélago fueguino, “en el sentido amplio”. Como por ejemplo, con la ocurrencia de un muy probable tsunami, consecuencia de un movimiento sísmico de consideración. 

“Cuando hay una liberación de energía muy importante en el mar, eso genera un vaivén de la masa ácuea del océano y entonces se produce primero un fuerte retroceso de la masa ácuea hacia el mar, hacia el horizonte, y por el otro lado luego se produce el regreso, por gravedad, de esa masa de agua y cuando alcanza proporciones importantes, lo que llamamos un tsunami” explicó con precisión. 

A renglón seguido, Rabassa aclaró que, en tiempo geológico, “se han registrado tres tsunamis en la costa atlántica de Tierra del Fuego. Estamos hablando de miles de años atrás, pero ha quedado su evidencia en el registro geológico en el terreno”. 

Por lo mismo, aseguró que existe concreto riesgo de tsunami en Río Grande: “por supuesto, no es que estamos esperando que suceda, pero sí existe, desde el punto de vista geológico. Se produce la liberación de energía, la retracción del agua y luego toda esa gran masa que se vuelca sobre el continente nuevamente”. Incluso puso como ejemplo a las ciudades chilenas de Punta Arenas y Porvenir, donde en cada esquina, cartelería informa a las personas en qué dirección se tienen que desplazar para minimizar el impacto de un tsunami. 

“Ellos están exactamente sobre la misma estructura geológica en la que estamos nosotros. Lo que sucede es que Chile, la sociedad chilena, tiene una gran e importantísima conciencia sísmica, porque todo el territorio chileno está sometido a eventos sísmicos de magnitud”. 

De hecho, informó que, de los cinco sismos más importantes que la humanidad ha podido medir desde que se tiene cómo hacerlo, tres tuvieron lugar en Chile. Jorge Rabassa abonó la iniciativa de concientizar de manera más profunda y constante acerca de estos riesgos a la población de la provincia: “creo que los simulacros, sobre todo en las escuelas, son muy importantes, porque realmente vivir ese momento contribuye a la concientización. Pero no creo que eso sea suficiente, porque después tenemos que desarrollar la cultura de la mochila de emergencia, de qué manera tener al alcance de la mano una mochila donde hayamos preparado aquello que pudiera ser necesario en plena emergencia”. 

cronicasfueguinas.