La médica jubilada indicó que la entidad bancaria provincial no procedió como debía ante el hackeo de su cuenta sueldo, ocurrido el pasado 4 de septiembre, por lo que decidió recurrir a las oficinas de Defensa del Consumidor.
A un mes de radicada la denuncia penal, luego de haber visto ante sus ojos cómo se esfumaba el dinero de su caja de ahorro a través de una transferencia a una persona de origen brasilero que no conoce y que por ende no estaba en su agenda de contactos, la cliente del BTF se comunicó con Diario Prensa Libre para prevenir a otras personas.
“Estaba como muchas otras veces operando con mi cuenta sueldo, en el homebanking del Banco Tierra del Fuego, pagando cuentas, cuando vi cómo se esfumaban todos mis ahorros” – comenzó señalando a Diario Prensa Libre la profesional jubilada que requirió mantener en reserva su identidad.
Consultada acerca de cómo ocurrieron exactamente los hechos, refirió que “luego de haber ingresado al homebanking me apareció una leyenda en la que se me pedía que no lo cerrara ni apagara la computadora porque el sistema estaba actualizándose. Enseguida aparecieron unos cuadritos solicitando el token y luego un cartel que decía `la transferencia se realizó con éxito´. A mi correo electrónico me llegó la misma comunicación y mi saldo había descendido a 0. Todos mis ahorros desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos”.
Requerida sobre el destinatario de su dinero, la entrevistada explicó que en las comunicaciones que recibió figuraba que le había transferido dinero a Airton Flavio Méndez Da Silva, un hombre probablemente brasilero, por su filiación, una persona completamente desconocida para ella.
Alarmada, la damnificada decidió acudir inmediatamente a las oficinas del BTF y contó así su experiencia: “Me presenté ese mismo día 4 para exponer lo que me había pasado y solo se limitaron a decirme que debía radicar la denuncia en sede policial. Así lo hice y regresé para entregarles una copia. Como el tiempo transcurría y nadie me llamaba, decidí acudir a Defensa del Consumidor en donde me asesoraron e indicaron que debía enviar una nota escrita al banco, cosa que en ningún momento me habían dicho en el BTF. La hice y entregué el día 11 de septiembre. Lo hubiera hecho antes si me hubieran asesorado como correspondía”.
Sobre la respuesta obtenida por parte del banco hasta el momento, la médica jubilada se manifestó “decepcionada por la poca atención que le brindaron al caso” y relató que “en una de las veces que fui a preguntar, me dijeron que habían consultado con los peritos de Red Link y que habían determinado que la transferencia había ido a parar a una cuenta, a una billetera virtual, de Mercado Pago, cuyo titular es el hombre antes mencionado. Me dijeron también que no se puede revertir la operación y que no tienen más novedades por ahora”.
La damnificada dice estar angustiada “porque nadie me da respuesta alguna. Inclusive fui a hablar con la representante de los jubilados del Estado provincial, Patricia Blanco, quien me dijo que todos los días hay 20 jubilados que le cuentan que les pasó lo mismo que a mí. ¿Cómo es posible entonces que nadie haga nada?”.
Finalmente, la profesional de la salud concluyó sugiriendo la adopción de medidas que protejan a los clientes de la casa bancaria provincial: “Yo elegí para percibir mis haberes jubilatorios al Banco Tierra del Fuego porque creía que era el más confiable. Hoy sigo dando vueltas para que alguien me dé una solución. ¡Son mis ahorros los que se esfumaron!. El BTF debería contratar algún tipo de seguro para que sus clientes no queden desamparados ante este tipo de situaciones, como hoy estoy yo. Alguien me sugirió que busque un abogado, pero para tomar el caso están cobrando un millón de pesos, suma que no tengo. Así uno queda atrapado e impotente ante la situación. Ahora solo me queda seguir esperando lo que pueda hacer Defensa del Consumidor y la Justicia provincial, porque en el banco, que debería ser el principal interesado en resolver el problema, me trataron con desidia e indiferencia”.
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