Se trata de un vecino de Ushuaia de 61 años de edad, quien el sábado último sufrió un cuadro de muerte súbita mientras manejaba un camión.
La decidida intervención de efectivos policiales de la Comisaría 1era y bomberos del Cuartel Central de la capital fueguina, logró que Antonio Alberto Loncomilla Coyopae esté lúcido y recuperándose, con buen pronóstico, en el área de terapia intensiva del HRU. Si no le hubieran practicado maniobras de RCP y aplicado descargas eléctricas con un desfibrilador, probablemente estaría muerto.
El vecino de Ushuaia Antonio Alberto Loncomilla Coyopae, ingresó a la guardia del nosocomio local, el pasado sábado 19 de noviembre, en horas de la noche, en estado desesperante. Lo hizo a bordo de una ambulancia que había ido a buscarlo a la calle Gobernador Paz 1301, en donde alrededor de las 22.15 había perdido la conciencia mientras manejaba su camión Mercedes Benz. Debido a la rápida intervención de efectivos policiales de la Comisaría 1era y bomberos del Cuartel Central, quienes le efectuaron maniobras de resucitación cardiopulmonar y luego aplicaron dos descargas eléctricas en el pecho, el hombre de 61 años de edad pudo recuperar los signos vitales perdidos.
En el lugar una de sus hijas, Rocío Isabel Loncomilla Oyarzo, de 29 años, indicó que mientras se desplazaba en el camión junto a su papá, repartiendo leña, este se desvaneció, chocando un vehículo que se encontraba estacionado.
Si bien en un primer momento se creyó que Loncomilla Coyopae había sufrido al menos tres infartos, Diario Prensa Libre pudo saber que el diagnóstico, una vez examinado por los cardiólogos del nosocomio local, fue de paro cardio respiratorio repentino por muerte súbita. Y que fue gracias a las prontas maniobras de resucitación cardiopulmonar primero y las descargas eléctricas del desfibrilador después, lo que permitieron que pudiera salir de ese estado crítico.
Si bien en un primer momento fue entubado para ser conectado a una máquina de respiración artificial y sometido a un estudio de CCG – cinecoronariografía – en la Clínica San Jorge, actualmente permanece internado en el sector de terapia intensiva del Hospital Regional Ushuaia, sin asistencia ventilatoria mecánica y con buen pronóstico. Otra buena noticia – comentaron a este medio fuentes médicas confiables – es que el paciente no presenta secuelas por la momentánea falta de oxígeno en el cerebro, lo que suele presentarse en algunos casos de muerte súbita.
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