Después de estar fuera de servicio por años.
Ante la vertiginosa escalada de hechos narcomafiosos con víctimas fatales inclusive y el incremento aún mayor de las adicciones en todos los rangos etáreos pero particularmente en el de los más jóvenes, Gendarmería Nacional retiró el dispositivo de la frontera de San Sebastián para – presuntamente – llevarlo a Buenos Aires para que sea reparado y después devuelto a la provincia. Es un secreto a voces que la droga ingresa en gran medida disimulada en la carga de los camiones y poco y nada se hace para terminar con la ilícita y nefasta actividad.
Después de verlo tirado a un costado de la Ruta Nacional Nro. 3, inactivo, desaprovechado y siempre “averiado”, mientras a su lado pasaron desde su instalación en el año 2019 miles de camiones que debieron haber sido expuestos a los rayos X, en los últimos días el escáner antidroga fue retirado del lugar.
De esta manera concluyó su permanencia de tres años y medio, en la gran mayoría de este tiempo en total inactividad, sino por una cosa, por otra…
Su existencia volvió a ocupar el interés de los políticos cuando en Río Grande el mes pasado se registró una pelea entre narcomafiosos que incluyó un tiroteo automovilístico que puso en riesgo la vida de los vecinos de la ciudad y arrojó dos muertos como saldo.
Como se recordará, ese dispositivo fue ingresado a la isla en el año 2019, durante el mandato de la gobernadora y actual diputada nacional Rosana Bertone, en cuya gestión se desembolsaron unos 14 millones para repararlo, en el marco de un acuerdo con el Gobierno nacional. Pese a todo, el escáner funcionó muy poco tiempo y enseguida empezó a “experimentar fallas”, por lo cual fue dejado de costado. El actual mandatario Gustavo Melella autorizó el pago de otros 4 millones de pesos más para volver a ponerlo en funcionamiento, pero tampoco ello ocurrió. De este manera y pese a Tierra del Fuego haber invertido más de 20 millones de pesos, continuó fuera de servicio, con informes de Gendarmería Nacional – encargado de operarlo – en los que se daba cuenta de que “no funcionaba”.
Según se pudo saber, el Gobierno nacional presidido en ese entonces por Mauricio Macri concedió a la provincia, representada en la persona del secretario de Seguridad Javier Eposto, el uso en comodato del escáner por el período de un año. Sin funcionar y con el acuerdo vencido, y además con una pandemia en curso en 2020, el dispositivo se constituyó en parte del paisaje que los viajantes apreciaban arrumbado a metros del edificio fronterizo de San Sebastián.
Sin haber servido para nada y habiendo insumido del erario fueguino nada menos que más de dos decenas de millones de pesos que sirvieron para pagarle a las empresas reparadoras, el escáner fue trasladado a Buenos Aires – supuestamente – para su arreglo y calibración. Ningún organismo oficial confirmó si volverá…
¿Casualidad o causalidad?
Aunque desde hace incontables años y desde distintos sectores de la comunidad se viene planteando la necesidad de que en la frontera de San Sebastián exista un escáner que permita detectar el transporte de sustancias prohibidas, el aparatejo sigue brillando por su ausencia.
En el interin hasta ocurrió la sugestiva llegada de un escáner que no se correspondía a la posibilidad de abastecimiento eléctrico o – dado que acceder a ese tipo de información certera es casi una misión imposible – a poco de ponerlo en marcha… “se rompió”… y nunca más volvió a ser puesto en funciones.
Así, Tierra del Fuego a pesar de ser una isla, es un colador por el que por todas las vías – aérea, marítima y terrestre – ingresan en mayor o menor medida, todo tipo de drogas: desde cocaína hasta marihuana, pasando por la más amplia variedad de pastillas y los más coloridos y alucinógenos troqueles de ácido lisérgico.
En tanto, incontables familias destruídas, padres impotentes que ya no saben qué hacer con los zombies en que se convirtieron sus hijos… siguen sin tener respuestas.
* Publicado por Prensa Libre el 29 de marzo de 2018. Cualquier parecido con la realidad actual, no es casualidad.
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