Pasaron 30 años y un día…
Por dictamen de la Legislatura, los 3.202 km 2 vírgenes de la zona sur de la isla de Tierra del Fuego, con su costa bañada por el Océano Atlántico, contarán por fin con una ley que la amparará de acciones contaminantes y dañinas para el medio ambiente, constituyéndose así en un legado de oxígeno, flora y fauna para las futuras generaciones. El trascendental hecho se registró el viernes 4 de noviembre en el recinto legislativo, con la presencia de numerosas agrupaciones ambientales.

La Comisión de Recursos Naturales suscribió el viernes 4 de noviembre último, por un dictamen en mayoría, la creación del área natural protegida de Península Mitre. Fue luego de que en la Comisión de Presupuesto expusieran representantes del Ministerio de Producción y Ambiente, del Gobierno provincial. La sesión contó también con la presencia de miembros de ONG ambientalistas, vecinos y estudiantes de Ushuaia y Río Grande.
El pedido de creación de una normativa que preserve el área virginal de Tierra del Fuego que se caracteriza por la existencia de fauna, flora y un paisaje únicos en el planeta, se remonta a unas tres décadas, durante las cuales distintas voces se fueron alzando para proteger de modo concreto y contundente a Península Mitre.
Pese a los reiterados reclamos, por distintas razones el tema no fue abordado hasta la semana pasada, cuando por fin se creó el marco legal para implementar medidas reales y efectivas de cuidado en ese espacio de majestuoso paisaje.
En su redacción colaboraron en conjunto los legisladores, representantes técnicos del Ejecutivo fueguino y organizaciones ambientalistas.
Hasta el momento ese vasto sector de la geografía fueguina contaba solo con un decreto de protección, el Nro. 1710/20, herramienta insuficiente por la magnitud y trascendencia de la necesidad de cuidar ese punto del planeta de naturaleza plena.
A partir de ahora solo resta esperar que en las comisiones N° 1 de Legislación General y en la N° 4 de Ambiente se apruebe el dictamen final, lo que podría ocurrir el martes 8 de noviembre, para llamar posteriormente a una sesión especial en donde se termine de aprobar la Ley de Protección de Península Mitre”.
El viernes pasado, el ambientalista fueguino Julio Lovece, expresaba en las páginas de Diario Prensa Libre, con gran expectativa, su esperanza de que el proyecto fuera aprobado, lo que finalmente ocurriría en horas de la tarde: “ Es inexplicable que este tema haya atravesado la gestión de varias decenas de legisladores y varias gestiones gubernamentales, sin que haya habido la decisión política de garantizar su protección. No es más que incomprensible que un proyecto al que adhiere actualmente el Poder Ejecutivo y la mayoría del Poder Legislativo, siga durmiendo en un cajón que abren cuando se trata de ganar la simpatía de determinados sectores con intereses colectivos y se cierra cuando se manifiestan otros sectores con intereses particulares.”
Lovece puso especial énfasis al afirmar que “Tierra del Fuego y los valores que a diario redescubrimos, se hallan bajo una permanente presión. Ya se agotaron las palabras y las justificaciones. Se debe entender de una buena vez que los bienes representados, son un “capital” al que debemos preservar y administrar adecuadamente. Es inaceptable que no se termine de asumir que los atractivos naturales, culturales, históricos que representa el territorio fueguino, son y serán valorados cada día más en un mundo más demandante de dichos bienes y valores.
En el planeta se ha producido un cambio que reclama a gritos una nueva mirada, respecto de los bienes naturales y culturales de carácter singular y ubicado en lugares extremos”.
En referencia a las tres décadas de espera para el nacimiento de una normativa proteccionista, Lovece sostuvo que “en cada ocasión en que preguntamos por qué tantos años de espera, la respuesta más recurrente es que se debe garantizar que la sanción de esta ley no perjudique a nadie. Sin embargo, luego de décadas de análisis, podríamos decir que la preocupación por no «perjudicar a nadie», ha sido superior a la de «perjudicar a todos». Porque si algo queda claro es que si continuamos dilatando la protección de esta región de tan importantes y singulares valores, el daño causado y la pérdida de oportunidad de poner en valor tantos bienes en juego, perjudican a toda la ciudadanía e incluso a las futuras generaciones.
En su nota, escrita con gran sentimiento, Lovece hizo un llamado a la reflexión: “Otra razón por la que no sale esta ley es que no se encuentra en la agenda de la mayoría de la ciudadanía y ello significa que como fueguinos nos debemos mayor madurez y pensar un poco más en estos temas que hacen al futuro de todos”.
Diario Prensa