Por ultrajar sexualmente de sus nietos de 5, 7 y 8 años.
Se trata de Ramón Rafael Barboza, de 57 años de edad, quien le pidió a los jueces no estar presente al momento de la lectura del veredicto por temor a que sus familiares volvieran a agredirlo, tal cual ocurrió durante la primer jornada de juicio.
El Tribunal de Juicio en lo Criminal del Distrito Judicial Norte, condenó el martes 29 de noviembre al sujeto acusado de haber abusado sexualmente de sus tres nietos, dos nenas y un nene, de 8, 7 y 5 años, a lo largo de 6 años, entre 2015 y 2021.
Los jueces Eduardo López, Fernando Cayzac y Fernando González hallaron responsable a Ramón Rafael Barboza de los delitos de “abuso sexual gravemente ultrajante agravado en concurso ideal con promoción de la corrupción de menores agravada, en perjuicio de G. De abuso sexual gravemente ultrajante agravado en concurso ideal con promoción de la corrupción de menores agravada, en perjuicio de la niña A.; y abuso sexual gravemente ultrajante agravado, cometido en un numero indeterminado de veces, en concurso real con abuso sexual con acceso carnal agravado y suministro de material pornográfico a una menor, en concurso ideal con promoción de la corrupción de menores agravada en perjuicio de L.
Además, el Tribunal dispuso que desde el Ministerio de Desarrollo Humano se articule el dispositivo de orientación y contención de las víctimas, que actualmente tienen 11, 12 y 13 años de edad, y su familia.
Vale destacarse que el perverso “abuelo” le pidió al Tribunal que le permitiera permanecer en el calabozo que ocupa desde el mes de enero de este año, cuando fue detenido, en la Unidad de Detención Nro. 1 a cargo del Servicio Penitenciario de Tierra del Fuego y que lo eximiera de asistir a la sala de juicio para escuchar su sentencia.
Paradójicamente, Barboza señaló que tenía temor de que sus familiares lo volvieran a agredir y le causaran daño, tal como ocurrió durante la primera jornada de juicio.
Es importante destacar que durante el juicio expusieron varios peritos psicólogos, quienes coincidieron en señalar que los tres niños presentan en la actualidad graves alteraciones de personalidad y conducta, a consecuencia del daño físico y psicológico sufrido a lo largo de los 6 años que duró el calvario del abuso por parte de quien debía cuidarlos y protegerlos.
Aunque en esta instancia judicial no se abordó, todavía está pendiente la resolución judicial de la situación de la esposa de Barboza y abuela de las víctimas, identificada como Elisa Beatriz Aguilar, de 44 años de edad, sobre quien pesan cargos de amenazas a sus nietos para que guardaran silencio sobre lo que ocurría en una familia, sobre la que los peritos expresaron que estaba naturalizado el abuso.
Los hechos
Los ultrajes sexuales se remontan a 7 años atrás, pero el imputado Ramón Barboza, recién a comienzos de este año fue detenido. Los constantes abusos y maltrato físico y psicológico que ejercía sobre sus nietos de 5, 7 y 8 años de edad, se habían naturalizado en la vida cotidiana de la familia, hasta que una tía de los menores llegó a la casa y se percató de lo que estaba ocurriendo. En una ocasión la mujer observó atónita cómo Barboza llevaba por la fuerza a una de las dos niñas al dormitorio, para accederla carnalmente, sin que nadie interviniera en modo alguno. Ante lo sucedido denunció lo que estaba pasando ante la Justicia, iniciándose una causa en la que los tres menores relataron cómo vinieron siendo abusados desde el año 2015 hasta comienzos del 2022 – siete largos años – cuando el juez de instrucción Raúl Sahade dispuso la detención del “abuelo”. Sahade lo consideró autor de los delitos de abuso sexual simple en perjuicio de dos de los menores, en tanto de abuso sexual gravemente ultrajante por acceso carnal y reiterado, en perjuicio de la niña de 8 años. Los menores fueron contestes al contar en Cámara Gessell cómo fueron ultrajados, pero el horror aún fue mayor, de ser ello posible, cuando los chicos dijeron que su abuela consentía la conducta de su esposo y, peor aún todavía, había presenciado los sometimientos sexuales. Elisa Beatriz Aguilar, de 44 años de edad también está imputada del delito de amenazas, dado que permanentemente presionaba a sus nietos para que no solo no le contaran a nadie que eran abusados sexualmente sino también, para que no le contaran nada a su marido acerca de una relación extra matrimonial que al parecer sostenía.
Otro de los cargos que pesa sobre el pervertido es el de corrupción y suministro de pornografía, dado que les hacía ver películas a los chicos en el canal que pagaba a una empresa privada para ver ese tipo de material.
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