Un estudio noruego arroja que las bacterias sobreviven mejor a la humedad. Las recomendaciones de un especialista.
Investigadores de Noruega hallaron que las esponjas para lavar los platos son más antihigiénicas que los cepillos, ya que albergan muchas más bacterias, como la salmonela.
Trond Møretrø, científico investigador de Nofima (un instituto noruego de investigación alimentaria), aseguró que las bacterias crecen y sobreviven mejor en las esponjas de cocina, ya que tardan mucho más tiempo en secarse y esa humedad -producto del agua que se usa al lavar los platos- hace que sea un hábitat ideal para su crecimiento y expansión.
“Una sola esponja puede albergar un número mayor de bacterias que el de personas en la Tierra”, afirmó Møretrø, autor del nuevo estudio, que se publicó en Journal of Applied Microbiology.
En ese, el experto explicó: “Aunque muchas bacterias no son perjudiciales, las que sí lo son, como la salmonela, pueden pasar de las esponjas a las manos, las superficies de la cocina y los utensilios, y posiblemente enfermar a la gente .
Y añadió: “La esponja está húmeda y acumula residuos de comida que también son alimento para las bacterias, lo que provoca un rápido crecimiento de éstas”.
La bióloga magister en Seguridad Alimentaria, Alina Rondini, dijo a Telefe Noticias que pueden ser un “enemigo silencioso”, pero que “no debemos preocuparnos, sino ocuparnos”.
Si bien sostuvo que lo ideal es cambiar la esponja de cocina cada una semana, brindó algunas recomendaciones eficientes y más ahorrativas:
-Desinfectar la esponja en agua hirviendo durante 5 minutos.
-Sumergirla en un recipiente de medio litro de agua con una cucharada de sopa de lavandina común.
-Humedecer la esponja y ponerla dos minutos en el microondas a potencia máxima.
-Las esponjas de alambre son una opción, ya que no concentran tantas bacterias.
-Utilizar un cepillo especial, aunque es poco práctico en el uso diario.