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«Acidez estomacal por consumo de alcohol»: médicos le dieron un diagnóstico erróneo y la joven pelea por su vida

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«Literalmente esto puso mi vida patas arriba. Pasé en pocas semanas de ser una estudiante universitaria a una paciente de hospital con cáncer».

Con 20 años, Georgia Ford decidió realizar una consulta médica por algunos malestares y le diagnosticaron una «acidez estomacal por el consumo de alcohol».

«Me dijeron: ‘¿Tomás mucho?’, y yo dije: ‘Sí, obviamente lo hago’, así que me recetaron estas tabletas protectoras para el revestimiento del estómago», recordó la estudiante de Derecho de la Universidad de Exeter (Reino Unido).

El tratamiento no la ayudó, por lo que consultó a otros médicos que le diagnosticaron «espasmos musculares» y que lo relacionaron con el dolor de espalda que la joven sufría hacía un tiempo.

Georgia siguió empeorando, comenzó a tener tos y vómitos, empezó a complicársele caminar largas distancias y subir escaleras, a lo que siguió el síntoma más preocupante: toser sangre.

Tras perder alrededor de 9 kilos, Ford fue a otro médico privado que, tras los estudios de rigor, la diagnóstico con un raro tipo de cáncer llamado «carcinoma de células renales papilares».

Y para ese momento los tumores de sus riñones habían hecho metástasis en sus pulmones, hígado, ganglios linfáticos y huesos.

«Hay muy pocas veces en mi vida en las que me he quedado sin palabras. Las palabras simplemente me evadieron por completo. Es como una tristeza abrumadora», señaló la universitaria.

Y añadió: «Literalmente esto puso mi vida patas arriba. Pasé en pocas semanas de ser una estudiante universitaria a una paciente de hospital con cáncer».

Para frenar el avance, la joven se viene sometiendo a inmunoterapia que incluye una serie de pastillas y tratamiento intravenoso.

Georgia debe usar un tanque de oxígeno cada vez que sale y también necesita un tratamiento constante de oxígeno para respirar y poder dormir en las noches.

Mientras, ella plantea para su futuro la intención de «vivir normalmente» y poder retomar sus estudios en septiembre.

«Si me hubieran diagnosticado un poco antes, mi historia podría ser un poco diferente. Es una de esas preguntas que nunca sabré, pero siempre me pregunto», lamentó.