Luego de que Jey Mammón fuera entrevistado por Jorge Rial el pasado viernes, Lucas Benvenuto mostró su indignación en las redes por lo que considero una postura cínica de parte de su supuesto abusador. Este lunes, Vía País habló con Javier Moral, abogado de la víctima, acerca de cómo evalúa las palabras del artista, cómo queda la situación de Lucas y qué se puede hacer en este contexto, con la causa cerrada.
¿Qué análisis hace tras el descargo de Jey Mammón?
– No hubo un solo descargo, hubo tres. Y si seguimos así van a ser infinitos descargos tratando de justificar lo injustificable. Primero habló de extorsión, luego dijo que no fueron sus palabras sino de sus abogados. En el segundo, que fue un video editado con su mejor versión, había tratado de manifestar un libreto cuyo papel no fue el mejor porque lo traicionó, a mi modo de ver, el subconciente y dijo “estamos hablando de un chico de 14 años”, que es lo Lucas denuncia.
Luego una entrevista acordada, con preguntas, con idas y vueltas en donde termina diciendo “ya ni sé la edad que tenía cuando lo conocí”. También tuvo palabras con las que trataba de empatizar con Lucas, que no se corresponde con el tuit en el que escribió “a llorar al campito” cuando se enteró que estaba sobreseído, razón por la cual esa empatía no sería del todo cierta.
¿Por qué el denunciado insiste con que conoció a Lucas a los 16 años?
– Entiendo que tiene que ver con la estrategia de establecer una diferencia de edad en cuanto al consentimiento. Hoy en día poco importa esa diferencia porque de alguna manera ese mensaje naturaliza la relación entre un adulto y un niño. Y que tampoco es una relación, es un vínculo asimétrico. Se está normalizando algo que va en contra de la Convención Internacional de los Derechos del Niño, no solo del Código Penal. Hay otros delitos de corrupción de menores y demás cuando las víctimas son menores de 18 años. Lo cierto es que estaríamos abriendo la puerta a avalar, a justificar, las relaciones entre adultos y niños que claramente que no son consentidas y que podrían tener una innumerable cantidad de consecuencias en la psiquis de los menores que tienen otro desarrollo: no es lo mismo una relación entre dos chicos de 15 que un chico y un adulto que lo duplica en años.
¿Cuál fue la actitud de Jey Mammón cuando se le hizo la denuncia en 2020?
– Yo no participé de esa última denuncia, pero tengo entendido que hubo una casi nula actividad defensista, por lo que fue la fiscalía la que estuvo detrás del sobreseimiento y que el juez convalidó esa decisión. Razón por la cual, una vez fue notificado de ese sobreseimiento, el hermetismo ha sido total hasta que decidió hablar casi tres años después.
¿Hay alguna manera de reactivar judicialmente el caso?
– La causa está cerrada y no tiene ningún otro recurso que activar, por los tiempos y los plazos. Tenemos la Ley Piazza que vino a dar un aliento y modificar desde cuándo comienza a correr la prescripción y despues la del respeto a los tiempos de la víctima, que es lo que le pasa a Lucas ahora, que pudo hablar cuando lo pudo internalizar. Pero, no obstante ello, por imperio de otras garantías se impide que haya un proceso legal nuevamente para juzgar los mismos hechos que en su momento Lucas denunció, independientemente de que podrían haber sido interpretados jurídicamente de otra manera. No se puede volver atrás y llevar a cabo una denuncia por los mismos hechos.
¿No obstante, podría denunciar calumnias e injurias, por ejemplo, por los dichos de su victimario?
– Lucas podría iniciar una acción de naturaleza civil por calumnias e injurias. Lo cierto es que esto generaría una revictimización de Lucas, si bien el resiste cualquier tipo de análisis, de preguntas, de pericias, internamente su psiquis hay que ver cuán resistente está. Lucas en los últimos diez años, cuando él llevó a cabo tres denuncias judiciales tuvo como resultado dos intentos de suicidio. Entonces sería tratar de evitar caer en esos pozos depresivos que lo llevaban a cometer algún tipo de atentado contra su vida, en otras ocasiones producto de haber sido expuesto a extenuantes pericias.
¿Qué son los Juicios por la Verdad?
– Es un instrumento valedero para que alguna víctima que no haya tenido la posibilidad de enjuiciar a sus abusadores, pueda llevar a su juicio y demostrar la razón de sus dichos y, eventualmente, obtener una sentencia. Eso no implica que esa sentencia pueda ser ejecutoriada, es decir, podría no llevarse una pena de prisión efectiva, si no obtener una sentencia para “imprimir y poner en un marquito”. Es decir, se pone en juego el bien jurídico protegido mayor en la vida, que es la salud. Someterse a un proceso como este nuevamente, sin que se pueda obtener una sentencia real sería bastante traumático.
¿Qué opinión le merece que Jey Mammon haya dicho que quiere un Juicio por la Verdad?
– Lucas hubiera querido un juicio de verdad, no por la verdad. Más allá que es facultativo y prohibitivo de las víctimas, no del imputado, esto responde a una estrategia mediática. El abusador lo pide, se lo rechazan, lo apela, se lo rechaza, va a casación, se lo rechazan… Entonces le sirve para decir “yo quería ir a demostrar mi inocencia pero la Justicia no me dejó”, entiendo que tiene que ver con esa faceta de un intento de mejorar su situación judicial y social.
¿Considera que a partir de este saldrán a la luz casos desconocidos?
– Ya están apareciendo. Constantemente Lucas recibe por sus redes sociales historias de abusos por parte de famosos, no famosos, intrafamiliares y demás. Algunos relatos son muy cruentos. Lo que uno recomienda es que vayan a denunciar, Lucas no puede denunciar por otras víctimas pero sí lo que hace es motorizar, poner el tema en el tapete y que la gente se anime a denunciar. Si es verdad o mentira cada caso es algo que ya escapa a él.
¿Qué otro impacto cree que tendrá en la sociedad el caso de Lucas Benvenuto?
– Yo, particularmente, no hubiera querido que el caso de Lucas salga a la luz, porque muchas veces pasa esto que le está pasando: se revictimiza a la víctima. Pero fue una decisión de él decir esto cuando pudo, como pudo, en el marco de una entrevista en vivo. Esto no fue parte de una estrategia. La denuncia fue en 2020 y lo hace público a raíz de otro situación en 2023, pero lo cierto es que de una vez por todas puso en un debate social las causas de abuso y están llamando muchos diputados, senadores, interesados en promover la Ley Lucas Benvenuto de imprescriptibilidad de lo delitos sexuales.
¿Qué habría que analizar para poder implementar una ley así?
– Habría que tener una discusión clara, porque ni los penalistas nos ponemos de acuerdo en cuanto al concepto de cómo se califica, consentimiento, no consentimiento, si es estupro o no, la edad, etcétera… Pero al menos se puso el tema en la mesa. Que la gente hable con sus hijos, los cuide y advertir que hay gente que quiere satisfacer sus deseos sexuales aprovechándose de su inmadurez sexual y de su poco conocimiento de cómo funciona el mundo de los adultos.
El granito de arena de Lucas es poner en discusión si corresponde o no que se hable de temas que tienen con ver con el aprendizaje sexual de los adolescentes, preadolescentes y su relación con los adultos.