La joven pareja no supo que hacer cuando el niño no despertaba y lo enterraron al costado de un arroyo.
Encontraron el cuerpo de un bebé de 4 meses envuelto en una manta y sepultado, a 30 centímetros de profundidad, al costado de un arroyo. La madre quedó detenida como principal sospechosa.
El aberrante episodio ocurrió en Misiones. El menor llevaba desaparecido hace varios días y una de las hermanas de su progenitora la obligó para que contara la verdad de lo que había pasado.
Fue entonces que la propia madre contó la verdad tan cruel. El pequeño fue asesinado por su propia sangre, y la joven indicó el lugar exacto donde estaba enterrado, acusó a su pareja por el crimen y pidió perdón.
María, la tía de la criatura, en comunicación con un medio local expresó: «Le hablé con el corazón y le dije que era el momento, que no tenga miedo y que diga la verdad. Ahí se quebró, se largó a llorar y un policía nos llevó a una oficina. Ella se arrodilló y pidió perdón, que ella no pudo hacer nada para salvar a su hijo. Contó que el bebé estaba inquieto, le empezó a dar la teta y Oscar agarró la cabeza del bebé con las dos manos, le estiró para arriba y le tiró al piso. Desesperada, ella lo alzó y le mojó la cabecita en el arroyo, pero el bebé no respiraba. Sólo le sangraba la nariz».
Mientras que Karina, la madre, subrayó que su pareja «hizo un pocito» con el machete y lo enterró a unos 30 centímetros de profundidad y envuelto en una manta.
Ella y su pareja quedaron detenidos. Por su parte, la familia de Karina contó que la joven es víctima de violencia, que tenía el cuerpo marcado y aseguraron que una vez «perdió un bebé por las palizas» que le daba el joven.