La Isla Grande de Tierra del Fuego ofrece varios atractivos para sus visitantes: hay tours de catamaranes, de trekking, museos, deportes invernales y hasta para pescar. Una excursión o travesía no tan común por estos lares, pero que también se hace, es visitar a la fauna política local; verlos en su hábitat natural de preparación para un nuevo período electoral.
Desde El Copérnico recorrimos durante esta semana pasada las ciudades de nuestra querida provincia, con la mirada puesta en lo que son las conclusiones de las gestiones ejecutivas en todos sus estamentos, entablando diálogo también con sus actores y actrices que buscan repetir o cambiar de aires por los próximos cuatro años.
En casi su totalidad, las puertas se abrieron de par en par: las y los dirigentes gustan de comentar sus estrategias, su visión del contexto de sus distritos y los otros, así como participar en el tradicional intercambio de chismes o “puterío” tan típico de estas reuniones con café o mate como centro de la liturgia..
Fueron dos casos en particular las y los que no prefirieron dar mayores precisiones. En ambas situaciones, parece que la idea es tener las cartas pegadas al pecho, evitando que se conozcan sus jugadas o estratagemas antes del 30 de marzo. La gran incógnita es si las cartas son un ancho de espadas o un cuatro de copas.
Río Grande
Ventosa como siempre, Río Grande fue la última ciudad que visitamos parte de nuestra expedición a la rosca norte de la isla. Aunque realmente cambiada desde mi último recorrido hace no tantos meses con obras en el casco histórico y la costanera, el impacto siempre pasa por el rápido crecimiento de la Margen Sur, que hoy es una ciudad dentro de otra.
En lo político, Río Grande viene a afianzar una línea que notamos como general en todas las etapas de esta excursión: la gestión está robusta. No parece ser una confianza ciega en la futura victoria ni mucho menos, cuando uno habla con los distintos nombres de la intendencia en sus caras se nota orgullo por la gestión que llevan adelante.
Con una tendencia dialoguista hacia la oposición y la evidencia de las gestiones en obra pública de infraestructura y el desarrollo del sector productivo, principalmente en alimentos, Martín Pérez y compañía están convencidos que la comunidad acompañará el trabajo de estos tres años y chirolas.
Rivales directos no parece haber, más que alguna “mosca en la fruta”, producto de la rosca nocturna, por no decir una idea digitada entre gallos y medianoches. Hoy, con la alianza de las intendencias y el gobernador de cara a los comicios de mayo, cuesta creer que Pérez no contará con la oportunidad de seguir andando este camino por otros cuatro años.
En lo legislativo, es una certeza que el hoy intendente y ex-diputado presentará una alternativa para legisladores y legisladoras, pensando en potenciar una agenda política bien de Río Grande. No obstante, esa será la única presentación por fuera del distrito: está más que claro que apoya las reelecciones de sus pares ejecutivos de la forma más explícita que puede.
Tolhuin
Tolhuin es… Tolhuin. Si bien la política es la misma acá o en la otra punta del mundo, las localidades más pequeñas siempre cuentan con matices propios del territorio. En Tolhuin los conflictos políticos siempre arrastran en su génesis o en sus desenlaces un tinte de historia y de familias.
Quizás el menos experimentado de los 4 ejecutivos provinciales, el mandato de Daniel Harrington es por lejos el más sorpresivo. Tanto en el centro como en los barrios, es más que frecuente hacer no más de un par de cuadras en la ciudad y encontrarse con alguna obra. Pueden ser veredas, puede ser cordón cuneta, asfalto, apertura de calles o llegada de servicios. Si a ello le sumamos los trabajos que vienen del lado de provincia, en Tolhuin hay más trabajo ligado a la construcción que gente.
Les dejo dos peritas de nuestra visita antes de pasar a lo político: bastante cerquita de la recientemente pavimentada Avenida Los Ñires se está abriendo un barrio, el cual contará con todos los servicios soterrados, que en el caso de la luz es algo casi inédito en la isla. La otra: un comerciante que cuenta con un corralón en la ciudad, me deslizó que está facturando más en el Corazón de la Isla que en alguna de las grandes urbes: la obra privada de viviendas también es una postal frecuente cuando se recorre el “pueblo”.
En lo político la única definición es que Harrington buscará la reelección. La lista de concejales, aunque uno estima que habrá varios recurrentes, todavía está en veremos. Lo mismo pasa con el posible aporte del municipio mediterráneo a lo que será seguramente la lista del PJ digitada desde la capital provincial.
Si bien al municipio le costó encontrar el “equipo” en los primeros años de gestión con varias idas y venidas, la situación parece haberse cimentado, no solo entendiendo la famosa “botonera del estado” sino encontrando a los operarios de la misma. Tolhuin, que es preeminentemente peronista, tendrá también una oposición del mismo espacio, aunque parece que la pelea pasa por no ser: nadie quiere ir a pelear una batalla cuesta arriba, ni los que fueron y no pudieron quedarse, ni los que siempre quisieron ser.
Ushuaia
Ushuaia, por su condición de capital y centro neurálgico de la política provincial, siempre es un poco más turbulenta que sus hermanas residentes hacia el norte. Si bien el mandato de Walter Vuoto atraviesa un estadio de madurez tanto política como de gestión, no son pocos los que revolotean en la búsqueda de hacerse con la oficina de San Martín 660.
La principal ventaja con la que cuenta el oficialismo municipal es su gestión: puede haber discusiones sobre los modos, el orden y algún proyecto en particular, pero queda a las claras que la ciudad ha cambiado mucho en estos casi 8 años. Si bien hay cosas para mejorar en la obra pública y el estado de las calles (la Magallanes necesita un poco de amor), el Municipio se ha cargado de nuevas responsabilidades en materia de educación, salud, cultura, medio ambiente y vivienda entre otros, acercando más derechos a los vecinos y vecinas.
La gestión, irónicamente, también es el peor enemigo de Vuoto: no la suya, sino la nacional. No es ningún misterio que Ushuaia tiene el mayor caudal de votantes anti-peronistas de todos los distritos. Antes de Vuoto el último intendente peronista fue Daniele hasta el 95, luego fueron 20 años de gestiones entre MPF y UCR con Jorge Garramuño y Federico Sciurano. La intendencia claramente tiene buena relación con Buenos Aires, algo que se ve a través de programas y obras como la tracalada de departamentos que se están haciendo en el Pipo, hace que la gente vincule a Alberto, y las fallas de su gestión, con la Municipalidad. No es algo que pueda controlar, pero implica que siempre hay un caudal de “votos en contra” sobre los que no se puede hacer nada, algo que abre la puerta a ciertos sectores de la oposición para querer ser.
En el ámbito legislativo, tampoco se sabe mucho con respecto a nombres. Si bien la Municipalidad es conocida por no adelantar nada y esperar hasta el final para cerrar los acuerdos, uno entendería que habrá representación de gremios en el Concejo Deliberante; Laura Avila tendrá una rol preponderante a nivel municipal y tanto Juan Carlos Pino como Victoria Vuoto serán número puesto en la Legislatura.
No son pocas las alianzas con sectores como gremios, espacios políticos y partidos más pequeños, junto con algunos “contenidos” que los compañeros y compañeras abrazan apretando los dientes. Si hay algo que ha caracterizado a Vuoto es integrar a los que no están: hay que querer quedarse afuera para no ser parte.
Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur
En el mundo Melella todo gira sobre ruedas. La gestión no ha tenido sobresaltos y la imagen positiva del gobernador, tanto en encuestas generadas a nivel local como encuestadoras de afuera de la isla, sigue subiendo. Con el diálogo y una aversión por el conflicto, Melella ha cautivado el corazón del empleado público, con sendas caricias en el bolsillo y principalmente por sentarse a charlar con ellos, algo que venía siendo raro no tanto tiempo atrás.
Ahora, con el acuerdo con el Partido Justicialista, resulta muy difícil pensar en escenario donde Gustavo Melella no repita en la gobernación. Si bien Héctor “Tito” Stefani, ex-soldado de Bullrich hoy Larretista de pura cepa, ha declarado que irá por el PRO a la gobernación, uno creería que con las elecciones sin boleta nacional no tendrá el arrastre que podría tener en las de diputados y senadores.
En el apartado particular de las listas a estamentos legislativos, FORJA presentará candidatos y candidatas en los tres municipios, quizás siendo Río Grande donde más pie haga y pensando una Legislatura bastante distinta a lo que es la conformación actual. Según dicen las malas lenguas, la lista de FORJA tendrá un componente del riñón del gobernador, pero habrá más de un “rescatado” del peronismo tradicional que hoy están más que alejados del referente provincial y presidente del partido Walter Vuoto.
La realidad es que no obstante de una alianza y acompañamiento del gobernador y los intendentes, hay más de uno que no está pensando en 2023, sino en 2027. Esa mala costumbre tan propia de la política lleva a entender que hay acuerdos imaginados hacia el futuro cercano y otros que buscan ser las bases de posibles alianzas de cara al futuro.
Dato de color: esta elección de 2023 será la primera que no presente a un candidato peronista por la gobernación. Fueron Esteban “Chiquito” Martínez, Mario Daniele, Carlos Manfredotti electo, Manfredotti nuevamente, el binomio Cóccaro-Bertone, Bertone. Ya en su tercer intento, la vencina, para la ex-gobernadora Rosana Bertone y en la cuarta con no tanta suerte perdiendo en primera vuelta.
La oposición
Aunque en oficinas a pocos metros de los oficialistas, la oposición que comprende a los sectores de Juntos por el Cambio están en otro mundo. El desenfreno mediático del último tiempo de Pablo Blanco profundizó una fractura que había en el espacio entre UCR, PRO, CC y extrapartidarios entre otros. La posibilidad de un acuerdo con Somos Fueguinos y “Chispita” Fadul quedó en la nada, y hasta parece que si hay lista de unidad no será por mérito de los acuerdos, sino porque Blanco alejó a todos los otros posibles candidatos y candidatas.
Dicen las malas lenguas que la última reunión, que terminó por dinamitar todas las chances de una alianza, quedó marcada por la casi ida a las manos de los dos Federicos: Sciurano y Frigerio. El primero, de extensa trayectoria en el espacio, le habría recriminado al otro su nulo compromiso con la isla y el partido. Que Frigerio es la definición de paracaidista no es algo nuevo, el problema es que sus intenciones hoy dañan a la UCR llevándola a una de sus peores crisis institucionales.
El Movimiento Popular Fueguino es otro de los espacios hoy en una situación un tanto extraña. Si bien contará con representación en la fórmula de la gobernación con Mónica Urquiza y sabemos que “Loly” Löffler será uno de los que buscará repetir, en más de un pasillo nos dieron a entender que hay posibilidades de verlo en una lista que no es la 54. Aunque son rumores y más de una heladera en la provincia no anda, o eso entiende uno por el pesado podrido, es un dato a tener en cuenta. En Río Grande está claro quiénes son los referentes, mientras que en Ushuaia el peso territorial podría llegar con la vuelta de algún “hijo pródigo”, hoy en dependencias municipales.
Para los liberales, las cosas siguen su curso natural. La visita del candidato a presidente Javier MIlei es un hecho, con fecha a confirmar, cimentando al nuevo espacio en la provincia. Con una lista exclusivamente de “propios”, sin alianzas ni frente, los Republicanos presentarán candidatos y candidatas a todos los estamentos de la provincia. En el flamante nuevo local del espacio, dicen que más de uno se sorprenderá al conocer la fórmula para la gobernación.
La semana, aunque intensa y plagada de reuniones, fue fructífera. La excursión mostró una política un poco más madura que años anteriores, donde las jugarretas tan típicas de otras épocas y eras de la política hoy están casi en desuso. Quizás lo que más nos sorprendió en nuestro recorrido por las ciudades fue la cantidad de obra pública que vimos, siendo mucha a nivel municipal en forma de calles, servicios y departamentos, mientras que en la provincial los gimnasios, remodelaciones a escuelas y centros de salud, parecen ser orden del día.
El 30 de marzo las elucubraciones y maquinaciones dejarán de ser el plato principal, dando lugar a precisiones propias de las listas y espacios que buscarán su lugar en mayo. La carrera es la misma de siempre, pero parece que en algunos casos las formas han cambiado.
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