La Justicia de Bahía Blanca ordenó que el militar acusado de haber asesinado a su novia, la soldado voluntaria Agustina Joselie Nadal Herrera, continúe detenido por el femicidio, en tanto se descubrió que luego del crimen el imputado se transfirió el dinero que la víctima tenía en su cuenta bancaria.
Tras un pedido del fiscal Rodolfo de Lucía, el Juzgado de Garantías 1 de Bahía Blanca, subrogado por la jueza Natalia Giombi, convirtió la aprehensión del acusado Jorge Rojas (23) en detención en el marco de la causa por el femicidio de Nadal Herrera, quien fue hallada asesinada la semana pasada en un arroyo de Bahía Blanca tras permanecer desaparecida cinco días.
Rojas quedó detenido por el delito de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género» (femicidio), que tiene como única pena la prisión perpetua.
Al describir el hecho, desde el Ministerio Público Fiscal (MPF) se indicó hoy que, según la causa, «el 26 de noviembre, presumiblemente luego de las 21 horas y antes de las 3 hs del día 27, en el interior del domicilio ubicado en Garibaldi 437, Rojas le habría causado la muerte a su pareja de manera intencional al efectuarle múltiples golpes en la cabeza para luego estrangularla causándole la muerte por insuficiencia respiratoria».
Según la fiscalía, todas estas conductas fueron desplegadas en un contexto de violencia de género basado en una relación desigual de poder entre la víctima y el imputado.
En el marco del expediente, los investigadores sumaron nuevas pruebas, como un análisis de varias cámaras de seguridad privada, en una de las cuáles se observó cómo Rojas arrastraba el cuerpo de su novia, luego de salir de la casa donde reside, ubicada en la calle Garibaldi al 400.
“Se observa que, sobre las 2.59 horas, Rojas sale de su casa arrastrando un objeto que finalmente arroja en el interior de un canasto perteneciente a la empresa prestataria de recolección de residuos, elemento que empuja hasta perderse de vista y que luego regresa a su casa a las 3.58 horas», señala un informe de la fiscalía.
«De la investigación surgió que Rojas habría manipulado el teléfono celular de la víctima para responder mensajes que él le enviaba, situación que se dio en el interior del domicilio de calle Garibaldi donde la joven -o al menos su teléfono celular- aún se encontraba, según los informes de Facebook y WhatsApp», se agrega en la acusación.
También comprobaron que, tras el femicidio, Rojas había realizado una transferencia de dinero desde la cuenta de su novia hacia su propia cuenta bancaria.
Según las fuentes, de un informe bancario surge que el militar habría sacado un préstamo a nombre de la víctima a través de la aplicación del banco que ella tenía descargada en su teléfono celular “a las 22.09 del día 26 por 260.000 pesos y a las 22.11, ese dinero fue transferido a una cuenta perteneciente a Rojas».
«Más tarde, a las 0.32 hizo lo propio solicitando un adelanto de haberes por 15.000 pesos, dinero que a las 0.33 fue transferido a la cuenta propiedad de Rojas», indicaron desde el MPF.
El paradero de la joven se desconocía desde el 26 de noviembre último, tras el partido de Argentina frente a México por el Mundial de fútbol que se disputa en Qatar, la denuncia por el paradero la presentaron cuando Nadal Herrera no se presentó a trabajar en la Base Aeronaval Comandante Espora, donde se desempeñaba como marinero segunda voluntaria.
Según se indicó, Rojas se había presentado en sede de la comisaría cuarta donde le contó a los policías -en una autoincriminación sin valor legal- que, «tras una discusión, mató a su novia para luego colocarla en una bolsa de dormir para posteriormente tirarla en un sector del arroyo Napostá».
Con la confesión policial del novio de la víctima, el fiscal De Lucía dejó aprehendido al imputado y solicitó una serie de rastrillajes, por lo que miércoles pasado personal de bomberos, buzos y efectivos policiales hallaron el cuerpo de la mujer en el arroyo Napostá, ubicado a la altura de la calle Berutti al 2300 de Bahía Blanca.
El cuerpo tenía una camiseta de la Selección Argentina similar a la que llevaba puesta la mujer el sábado y se encontraba envuelto en una bolsa de dormir cubierta con una frazada y atada con una soga.
La autopsia determinó que la joven soldada falleció asfixiada «por compresión externa de la laringe», lo que produjo «interrupción en la ventilación con insuficiencia respiratoria», todo en el contexto de una «muerte violenta».
Los voceros precisaron que se observaron hematomas en el tejido y músculo de la región cervical compatible con esa compresión externa violenta del cuello.
Además, el cuerpo de la mujer presentaba múltiples hematomas en la región facial, en ambas regiones orbitarias, y en varios sectores del cuero cabelludo sin generar lesiones óseas ni neurológicas, lo que indica que Nadal Herrera además fue víctima de múltiples golpes, detallaron las fuentes.
tiemposur.