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Sin justicia para Agustina

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En el año 2006 la nena tenía 3 años. Murió en la guardia del HRRG con evidentes signos de haber sido salvajemente golpeada durante una fiesta familiar. La víctima hoy ya sería mayor de edad.

El único imputado en la causa, su padrastro Lucas Gabriel Gómez, fue acusado de homicidio, absuelto en dos juicios y condenado a 15 años de prisión en una tercera instancia, pero no cumplirá la pena hasta que se agoten todos los recursos de apelación que continúa una y otra vez gestionando desde hace años.

En las últimas horas la Corte Suprema de Justicia de la Nación ratificó la última decisión adoptada por el Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Tierra del Fuego en el caso «Gómez, Lucas Gabriel s/Homicidio simple”, en un hecho burocrático que exhibe las falencias de la Justicia fueguina, cuyos integrantes a casi 16 años del horrible crimen de una indefensa niña de 3 años, continúa sin hacer cumplir la condena de 15 años de prisión que pesa sobre su padrastro. No es el único caso además en que desde registrado un delito transcurren décadas, en un camino interminable de acciones judiciales que van abriendo puertas a otras, en una historia sin fin.
Cabe destacarse que Agustina Varela era una nena de 3 años de vida que fue llevada la noche del 4 de agosto de 2006, por su madre Rosalía Varela y su padrastro, Lucas Gómez, a la fiesta de cumpleaños de su tía. Su madre se retiró de la reunión aduciendo que al día siguiente debía rendir un examen en Ushuaia, dejando a la pequeña al cuidado de su pareja. Entre las 2 y las 3 de la madrugada del 5 de agosto, la menor se acercó al sujeto para decirle que quería hacer sus necesidades, siendo visto Gómez conducirla al baño. Varios minutos más tarde volvió al comedor diciendo que la niña se había quedado dormida con una prima, en uno de los dormitorios y siguió tranquilamente participando de los festejos.
Al finalizar el cumpleaños otra tía llevó a su hijita y a Agustina a su casa, observando que esta última se quejaba. Al revisarla notó con estupor que la chiquita tenía hematomas en la zona del abdomen, pecho y rostro, como si hubiera recibido golpes. Inmediatamente y luego de avisar telefónicamente a su hermana de lo que había descubierto, llevó a la nena ya agonizante a la guardia del Hospital Regional Río Grande, en donde los médicos que la atendieron diagnosticaron hemorragias internas, estallido de hígado y politramatismos generalizados. Era obvio que había sido sometida a una golpiza. Finalmente, algunas pocas horas después, Agustina murió.

Sin justicia para Agustina
Sin justicia para Agustina


Se inició entonces un larguísimo camino de actuaciones policiales, periciales y judiciales, certificando la autopsia que la niña murió a causa de golpes infligidos por un adulto en una franja horaria coincidente con el tiempo en el que su padrastro se ausentó del comedor para llevar a Agustina al baño y regresar sin ella.
Durante la substanciación de la causa quedó de manifiesto además la disfuncionalidad de las familias de la madre y sus hermanas con sus parejas, surgiendo testimonios de personas que recién entonces refirieron haber sido testigos de malos tratos ejercidos por Lucas Gómez en perjuicio de Agustina.
Una prima de la madre, por ejemplo, dijo que vio cuando Gómez golpeó a la niña en la cabeza, una semana antes del crimen, pero después su testimonio perdió credibilidad al quedar en evidencia que ambos sostenían una relación a espaldas de la madre de la víctima.
La misma Rosalía Varela declaró de modo confuso cuando en la etapa de instrucción dijo que luego del fallecimiento de su hija recordó haberle visto al bañarla marcas en la cabeza y el cuerpo, creyendo que podrían deberse a los malos tratos de Gómez cuando ella la dejaba a su cuidado. También asoció – una vez muerta su hija – los cambios en el comportamiento de la nena a partir de que en el año 2005 ella decidiera convivir con Lucas Gómez.
Pese a todo y fundamentalmente por la ambigüedad en los exámenes forenses, el único imputado por el crimen de Agustina Varela fue absuelto por el Tribunal de Juicio en lo Criminal del Distrito Judicial Norte. Luego de las impugnaciones realizadas tanto por el fiscal como por la querella, el Superior Tribunal de Justicia anuló esa absolución y remitió la causa para que se celebrara un nuevo debate y se dictara una nueva sentencia. Así se hizo y nuevamente el Tribunal Oral en lo Criminal de Río Grande, con otra integración de jueces, volvió a absolver a Gómez. Ello motivó que las partes acusadoras recurrieran de nuevo ante el Superior Tribunal de Justicia, quien decidió esta vez condenar a Lucas Gómez como autor del delito de homicidio agravado por el vínculo y remitir la causa al Tribunal de Juicio para que fijara el monto de la pena. Otra vez la defensa interpuso, esta vez, un recurso extraordinario federal, la que fue respondida el pasado 25 de octubre de 2022, desestimándose la queja.
Es importante destacar que el padrastro de la nena apenas cumplió un año de cárcel y aunque la causa está abierta y continúa siendo tramitada, continuará libre hasta que se agoten absolutamente todas las instancias de apelación o dilatorias para la efectiva ejecución de la sentencia.
Hoy es la abuela de la niña, Blanca Marinoff, quien continúa pidiendo justicia para su nietita. La mujer expresó a los medios de prensa que “hubo muchas falencias en todos los procedimientos que se hicieron. Para subsanar esa situación y porque ya no tenían cómo justificar la gran cantidad de errores que cometieron en la investigación es que condenaron a Gómez pero fue como una burla porque sigue libre y parece que así seguirá por el resto que le quede de condena”.


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