Provinciales

Vecinos ayudaron a una manada de “falsas orcas” a no encallar

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Ocurrió en la costa de la bahía de Ushuaia, en el muelle del Club Náutico.

El inédito fenómeno se registró durante la mañana del domingo 13 de febrero cuando los exaltados cetáceos se acercaron peligrosamente a la orilla, con serio riesgo de quedar encallados. Vecinos que observaban la escena no dudaron en entrar al agua para evitar que queden varados,
empujándolos con pies y manos.
Se desconoce la causa de su proceder, aunque se presume que pudieron haber estado escapando de depredadores.

Un espectáculo nunca visto en las aguas de la bahía de Ushuaia, más precisamente en donde se emplaza el Club Náutico, en la costa próxima a avenida Maipú, a la altura de la calle Sarmiento, se produjo el domingo 13 de febrero en horas de la mañana.
En ese lugar, los integrantes de una manada de falsas orcas, un cetáceo también conocido como orca negra, cuyo nombre científico es pseudorca crassidens, nadaron desde el corazón de la bahía hacia la costa, llamando la atención de los vecinos que a esa hora pasaban por el lugar. La alegría de ver a los mamíferos marinos se transformó rápidamente en asombro cuando un centenar aproximadamente de ellos comenzó a dirigirse velozmente hacia la orilla, como si hubieran tomado impulso para salir del agua. Muy exaltados, desorientados y francamente desesperados, se movían con gran nerviosismo, golpeándose contra las rocas del fondo, al punto de hacerse sangrar las aletas.
Fue entonces que la solidaridad humana afloró. Una a una las personas que observaban la escena a la distancia comenzaron a bajar a la playa para entrar al agua y empujar a los enloquecidos cetáceos hacia el mar, intentando evitar que encallaran.

Vecinos ayudaron a una manada de “falsas orcas” a no encallar


Los animales iban y venían y agitaban con sus cuerpos el fondo costero, provocando que se levantaran nubes de vahos nauseabundos, tornando por momentos irrespirable el aire.
Diario Prensa Libre dialogó con una de los vecinos que estuvo en el muelle con su pequeña hija en brazos, quien relató: “Fue maravilloso y conmovedor el gesto solidario que tuvo la gente que entró al mar para ayudar a estas criaturas que parecían delfines. Muy valioso y corajudo lo que hicieron porque los animales estaban como en shock y sin querer con sus colas hicieron caer a algunas personas, pero no les pasó nada. Increíblemente los veíamos tratando de ayudar y de respirar, porque el aire olía a podrido hasta para los que estábamos más lejos. Daba una tremenda pena ver a los animales revolcándose en agua negra, mientras todos entendíamos por qué cuando hay un poco de calor el olor a huevo podrido se siente en toda la ciudad…”.

Vecinos ayudaron a una manada de “falsas orcas” a no encallar


Otro de los vecinos presentes describió así la situación: “La gente hizo una cadena humana para empujar los animales hacia aguas más profundas. Se las veía a estas criaturas marinas como si estuvieran extraviadas. Al final se fueron y todos festejamos a los gritos, pero una había quedado atrapada debajo del muelle. Como siempre la gente de Prefectura llegó tarde, y nos corrieron a todos hasta detrás de la baranda metálica de la costa”.
Un guardaparque del Parque Nacional Tierra del Fuego que circunstancialmente estaba allí, comentó que “la misma manada estuvo el sábado en la zona de Lapataia, alrededor de las 18.30, entre la desembocadura del río y el islote cercano al mirador. Allí suelen ir a alimentarse porque hay muchos cardúmenes de sardinas”.

Vecinos ayudaron a una manada de “falsas orcas” a no encallar


Consultado acerca de los motivos del proceder de los cien ejemplares que daban al agua la apariencia de estar en ebullición, por el movimiento de sus cuerpos, refirió que podría haberse debido a que estaban en pánico ante la persecución de orcas, un depredador habitual.
Finalmente, una voz más se sumó para resaltar la actitud solidaria del grupo que intervino: “La verdad es que no dudaron en entrar al mar con calzado, con la ropa con la que pasaban por ahí y ayudar. Una señora perdió el equilibrio por un coletazo de uno de los animales y cayó al agua empapándose por completo. No todo está perdido parece…”

Prensa Libre agradece a Miguel Almada por el valioso material fotográfico suministrado.