El lunes 1ero de noviembre, fueron inhumados los restos de Santiago Liquín, víctima fatal de un siniestro vial registrado el jueves 28 de octubre en Río Grande.
Mamerto Liquín dijo al numeroso cortejo que acompañó los restos del muchacho de 18 años atropellado en la esquina de San Martín y Finocchio, que “lo que ocurrió pudo haberse evitado” y llamó a reflexionar sobre la responsabilidad de quienes conducen luego de ingerir alguna bebida alcohólica, en alusión a Germán Sopena, el conductor que arrolló a su hijo y que registró un resultado positivo en el alcoholímetro, de 0,32 g/l.
Liberado el cuerpo de los estudios post mortem efectuados en la morgue del Hospital Regional Río Grande, sus familiares pudieron realizar los arreglos para que el joven Santiago Liquín, víctima de un siniestro vial registrado el pasado jueves 10 minutos antes de la medianoche, descansen en el cementerio de la ciudad.
Acompañado por una gran cantidad de vecinos y de alumnos del colegio provincial Antártida Argentina, en donde Santiago era abanderado, Mamerto, de profesión docente, reflexionó ante los presentes, subido a una escalinata y frente al nicho: “Esto pudo haberse evitado y debería servir de experiencia para que nadie más vuelva a pasar por lo mismo”.
Con gritos de ¡Justicia para Santiago!, su padre continuó reflexionando: “La enseñanza es que el que va a manejar, no tiene que tomar alcohol”.
Con la voz quebrada por el dolor, el hombre sostuvo que confía en que “se haga Justicia y que quien se haya equivocado, pague su error”.
Como ya fuera informado, el jueves pasado, a las 23.50, una camioneta Dodge Journey, de color azul, al mando de Germán Sopena, de 44 años de edad, embistió a dos jóvenes. Uno de ellos era Santiago Lequín, de 18 años de edad, quien quedó tendido sobre la calle, inconsciente y con una de sus manos ensangrentada; el otro chico es Matías Berger, de la misma edad, quien sufrió lesiones en un tobillo. Ambos fueron trasladados a bordo de una ambulancia a la guardia del HRRG, pero Santiago falleció poco después.
En el lugar del siniestro, en tanto, Sopena fue sometido por inspectores de la Dirección de Tránsito de la Municipalidad, a la prueba del alcoholímetro, arrojando un resultado positivo de 0,32 g/l. La Justicia dispuso el secuestro de la camioneta para la realización de pericias y notificó de derechos y garantías al conductor, considerando que no era necesario disponer su detención dado que, a criterio del magistrado, no existe riesgo de fuga.
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