El 1 de octubre es el Día Internacional del café, bebida cuyas características organolépticas, la convierten en una de las más consumidas en el mundo ¿De dónde proviene esta rica y aromática bebida que acompaña nuestros días?
Todo inicia en un arbusto, el Cafeto, que produce una fruta que se llama cereza del café. Estas frutas sufren diferentes tipos de procesamientos, como de secado, humedad y, uno de los últimos y más importantes, el tostado. Este proceso es el encargado de resaltar cualidades específicas de los granos, aportando distintos perfiles de aroma y sabor a nuestro café de todos los días. El café tostado luego se muele a un tamaño apropiado para cada método de preparación.
El café contiene una compleja mezcla de compuestos químicos. La sustancia más conocida en él es la cafeína, la misma le otorga a esta bebida una gran propiedad estimulante. Otros componentes presentes son: polifenoles, diterpenos o ácidos clorogénicos, entre otros. Los mismos tienen efectos antioxidantes y antiinflamatorios.
El café posee minerales como potasio y magnesio, pero, por la cantidad que solemos consumir, el aporte de estas sustancias es insignificante, al igual que su aporte calórico. Por lo que hoy se sabe que el consumo de café puede tener algunas propiedades benéficas si se consume con moderación, pero debe estar atado al placer, si no te gusta no tiene mucho sentido incorporarlo.
Ya conociendo un poco su composición y el camino de la semilla a la taza, los invito a cuestionarnos si lo que ponemos en esa taza es ciertamente café.
Si soles consumir café de manera regular es importante analizar su calidad. La famosa versión instantánea generalmente no posee solo café, al mismo le agregan azúcar o jarabe para estimular su consumo y abaratar su costo.
Una de las formas para conocer lo que consumimos es leer los ingredientes del envoltorio. A la hora de prepararnos un café, el agregado de azúcares y otros productos van modificando su aporte nutricional y características organolépticas. Por lo que, por ejemplo, si querés consumir un café con leche, es recomendable utilizar leches descremadas o bebidas vegetales y, si no te agrada su sabor amargo, endulzantes naturales como stevia.
Cuántas tazas de café se puede consumir
Si te gusta el café consumilo de manera moderada (1, 2 o 3 tazas por día), ya que el consumo intenso del mismo (más de 6 tazas) está asociado con un moderado incremento en los eventos cardiovasculares. La recomendación de cafeína cambia (disminuye) en mujeres embarazadas y niños.
El Día Internacional del Café busca valorar esta bebida a través del reconocimiento del circuito que recorre su elaboración y las manos que participan en el mismo. ¡Te invito a regalarte placer de la mano de un muy buen café!