El joven la tuvo atrapada en la cocina durante ocho horas a lo largo de toda una noche y solo paró de agredirla a las 5, cuando se quedó dormido.
Helen Smith pensó que «que iba a morir» a manos de su propio hijo, quien la mantuvo cautiva durante horas y le dio una paliza, en una agresión que grabó el joven de 23 años.
Si bien el hecho ocurrió en en marzo del año 2020, cuando la mujer tenía 44 años, recién ahora se animó a hablar en forma pública a los medios ingleses.
De acuerdo con su relato, todo empezó cuando su hijo le pidió un tenedor. «Estaba junto a la cocina, así que le pregunté por qué no podía conseguirlo él mismo. Él refunfuñó, fui a la cocina a buscarle uno», contó.
«Cuando abrí el cajón, Sean me dio una piña en la cabeza y caí al suelo. Horrorizada, le pregunté qué hacía. Comenzó a darme bofetadas y puñetazos en el costado de mi cabeza. Sean luego tomó dos cuchillos de cocina y gritó que era mi culpa que hubiera ido a prisión», recordó la mujer.
El joven la tuvo atrapada en la cocina durante ocho horas a lo largo de toda una noche y solo paró de agredirla a las 5, cuando se quedó dormido.
«Lamentablemente, la gente piensa que la violencia doméstica solo ocurre en las relaciones y los matrimonios. Pero también puede ocurrir a manos de los hijos», comentó Helen.
Respecto a lo ocurrido y su relación actual, señaló que «amaba a mi hijo y nunca pensé que me lastimaría así». Y añadió: «Nunca lo perdonaré».
La madre reveló que ya de pequeño comenzó a notar un extraño comportamiento . «No dejaba de pensar que lo superaría con la edad. Pero a medida que crecía, estaba permanentemente enojado», recordó.
«Sean me mordía, me escupía y me tiraba cosas. Se puso tan mal que cuando tenía tres años, lo envié a clases de manejo de la ira. Fue horrible y realmente luché», manifestó.
Helen recordó que en la adolescencia se registró un episodio similar, esa vez cuando Sean empezó a discutir con la novia de ese momento.
«Me apuré a entrar y me paré entre ellos, traté de poner paños fríos y terminar la discusión. De repente, Sean me tiró sobre la mesa de café y me golpeé la cabeza en la esquina. Me desmayé», afirmó.
Sean fue condenado a 8 años de cárcel. «No sentí culpa y creo que (la sentencia) no fue suficiente. Tengo ataques de pánico y pesadillas. Es un monstruo».