El gobierno nacional extendió la cuarentena obligatoria hasta el 20 de septiembre. Así, el período de aislamiento que comenzó el 20 de marzo, acumulará al menos 184 días.
El presidente Alberto Fernández se reunió una sola vez esta semana con Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof. Fue este mediodía en la Quinta de Olivos. Como ya lo hicieron otras diez veces, pulieron los detalles del anuncio que oficializaron un par de horas más tarde sobre el futuro de la cuarentena. Sin embargo, no todo fue igual. Esta vez las autoridades eligieron no compartir un mensaje televisivo: los anuncios se realizaron a través de un comunicado de prensa que se difundió a través de las diversas plataformas digitales de las tres administraciones.
Hay diferentes motivos que llevaron a los dirigentes a cambiar la tradición. El primero -y quizás el más importante- es el clima político. Esta semana se elevó la tensión entre la oposición y el oficialismo en medio de la reforma judicial y luego de las versiones cruzadas entre la Casa Rosada y Juntos por el Cambio sobre el contenido de un encuentro que mantuvieron Fernández y Mauricio Macri en marzo.
Parte de ese clima espeso se sintió en las reuniones que mantuvieron los equipos técnicos de la Ciudad, la provincia de Buenos Aires y el gobierno nacional para empezar a definir los anuncios que se formalizarán este mediodía. Funcionarios de las tres administraciones reconocen que el diálogo no fluyó en esta oportunidad como en las semanas anteriores. De hecho, generalmente el Presidente, el jefe de Gobierno y el gobernador se reunían los jueves -un día antes del anuncio de extensión de la cuarentena- para coordinar planes, algo que esta vez no sucedió.
El plan de etapas de la Capital Federal se sustenta en elementos sanitarios: la curva de contagios se mantiene estable. Esta mañana, el ministro Fernán Quirós advirtió que hay que tomar un promedio de los últimos siete días para tener estadísticas confiables y esos números continúan siendo positivos para la percepción del gobierno porteño. En ese contexto, se habilitará la gastronomía al aire libre y la construcción.
La provincia de Buenos Aires también respiró más aliviada esta semana cuando notó por primera vez en mucho tiempo un descenso de la ocupación de camas de terapia intensiva, pero cree que todavía no es momento de tirar manteca al techo. Por eso, por el momento no propiciará nuevas aperturas, al menos en la próxima semana.
En el parte matutino de este viernes, la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, hizo hincapié en las 18 provincias donde se estableció que hay transmisión comunitaria del virus. Planteó que muchos de esos distritos aún se encuentran lejos de poder avanzar de fase e incluso informó que en las últimas horas se fueron sumando más departamentos, lo que confirma las sospechas de los especialistas: el brote de contagios comenzó a desplazarse desde el Área Metropolitana hacia el interior del país.
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