Desde AFARTE piden volver a la actividad en Rio Grande.
Desde AFARTE piden volver a la actividad la próxima semana y adelantan que si la medida de aislamiento con fabricas cerradas continua, se afectara la producción y pedirán el ATP nacional.ya que las plantas están cerradas en Río Grande, por el rebrote de coronavirus.
Tras un año 2019 en el que la industria electrónica de Tierra del Fuego terminó con 57% de capacidad ociosa y un inicio de 2020 que pintaba de recuperación, por caso, con fuerte reposición de stocks en el mercado de Televisores, el primer semestre del año cerró con números desoladores, según un informe difundido por la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE).
La producción y venta de equipos de TV fue lo que mejor se sostuvo, pero igualmente cayó 2 y 11 % respectivamente. En celulares y acondicionadores producción y ventas se desplomaron. Las plantas están cerradas en Río Grande, por un rebrote de coronavirus “El 2019 había sido el peor de los últimos diez años, pero 2020 lo superará claramente”, dijo Federico Hellemeyer, presidente de Afarte. Y lo peor es que no hay expectativas de recuperación.
“Es difícil imagina cuál será el saldo, cómo se reconstruirán los indicadores y en qué “nueva normalidad” se encontrarán la oferta y la demanda del mercado”, indicó el comunicado de Afarte, que agrupa a la absoluta mayoría de las 29 empresas de electrónica y bienes del hogar que generan unos 6.000 empleos directos en la isla y abastecen más del 90% del mercado nacional de celulares, televisores, acondicionadores de aire, hornos a microondas y otros bienes durables de consumo.
“El cierre del primer semestre dejó variaciones interanuales negativas en todas las líneas de producto y no está claro el panorama para los próximos meses ya que los primeros días de agosto se volvió a establecer una estricta cuarentena en Río Grande y parte de la industria está nuevamente sin actividad”l advirtió Afarte.
Televisores: El rubro televisores, cuya producción y consumo había caído nada menos que 40% en 2019,fue el que mejor resistió la pandemia, pues el aumento del ocio y la permanencia forzada de la gente en sus casas por la cuarentena resultó un estímulo para la demanda. Pero aún así, el semestre cerró con caídas del 2% en la fabricación y 11% en la venta respecto de igual período de 2019.
La composición de la demanda también tiene las marcas de la pandemia. “Las pantallas de 32 pulgadas representan el 40% del mercado, sin embargo, la categoría de 50 pulgadas o más ya alcanza el 25% y, particularmente en este primer semestre, los TV de 65″ a 70″ fueron el único segmento que creció (+20% interanual) en unidades, aunque es mínima su participación en la demanda total”, señaló Afarte. Encerrados y sin salidas recreativas, algunos sectores “pusieron un cine” en sus casas.
A su vez, en el primer semestre se vendieron 2,7 millones de celulares, 22% menos que en enero-junio 2019, y se fabricaron 1,8 millones, 48% menos.
El peor mes fue abril, cuando la producción fue nula y se vendieron 230.000 celulares, 52% menos que en abril de 2019. De vuelta, los números dan cuenta del impacto contundente y a la vez diferenciado de la crisis.
La “gama alta” de celulares, que antes explicaba apenas el 5% del mercado, duplicó su participación, y la “gama baja”, se redujo a menos de la mitad, del 42 al 19%.
La industria fueguina no escapa, obviamente a las vicisitudes de pandemia y cuarentena. Las fábricas fueguinas estuvieron sin producir por más de 50 días y la comercialización atravesó diferentes etapas de restricción: primero total, luego parcial.
A mediados de mayo las plantas volvieron a producir, bajo protocolos de bioseguridad y empezó a regularizarse el abastecimiento a los canales de venta, que ya sentían notables mermas de stock.
Un panorama desolador: Pero el semestre cerró con caídas en todos los rubros y no está claro el próximo paso, dado el rebrote y las medidas de contención.
El 31 de julio el gobierno provincial dispuso un cierre de actividades en Río Grande (sede de la mayoría de las plantas) hasta el 3 de agosto, que luego prolongó hasta el lunes 17. Nadie sabe cómo seguirá la historia, ya que al jueves había en la ciudad, de cerca de 100.000 habitantes, 560 casos activos, aunque sólo 8, dijo Hellemeyer, habían sido detectados en las plantas de fabricación.
El rebrote, según el gobierno y el sector productivo, se debió fundamentalmente a la “actividad social”: reuniones familiares, asados, encuentros de fin de semana.
En la capital provincial, Ushuaia, sin embargo, no hay cierre, y allí funciona Newsan, la empresa más grande del sector, que explica en promedio entre el 25 y el 30% de la fabricación de TVs, celulares y acondicionadores de aire, con un guarismo algo menor para celulares (los de Motorola, que en el mercado interno escolta a Samsung).
La expectativa de las terminales de Río Grande es que el lunes haya reapertura, tanto porque el rebrote no ocurrió en las plantas y porque prolongar el cierre afectaría la provisión de productos electrónicos en todo el país.
“Después de más de dos meses de cierre se estaba tratando de normalizar los stocks, porque aunque no hay tanta demanda, igual alcanza para vaciar las estanterías y dificultar el autopartismo electrónico”, dijo Hellemeyer.
La electrónica fueguina, favorecido por las exenciones impositivas de una ley de Promoción que se remonta a 1972, no tuvo auxilio provincial y mantuvo a todo el personal, aunque durante los períodos de cierre forzoso acordó con los sindicatos el pago de una “asignación remunerativa” del 70% del salario bruto de cada empleado, en virtud del artículo 223 de la ley de Contrato de Trabajo.
El sector sí accedió a la primera cuota del programa ATP del gobierno nacional para pago parcial de nómina salarial, pero por nivel de facturación, número de empleados o pase de la provincia del régimen de “Aislamiento” al de “Distanciamiento” Social (de ASPO a DISPO, en la jerga oficial) quedó excluido de las siguientes. El rebrote en Río Grande podría llevar a un replanteo.
Fuente: Crónicas fueguinas